José Hernández ama su profesión

Es un empleado postal de Correos de México en Irapuato con más de 26 años de servicio, quien pese a sufrir una parálisis facial hace dos años, continúa realizando sus labores

Mauricio Martínez Coss

  · lunes 12 de noviembre de 2018

Hace 26 años ingresó al Servicio Postal Mexicano. / Fotos: Marco Bedolla / Sol de Irapuato.

José Hernández García es un empleado postal de Correos de México en Irapuato con más de 26 años de servicio, quien pese a sufrir una parálisis facial hace dos años, continúa realizando sus labores, ya que considera al correo como su segunda casa, pues la mayor parte de su vida la ha dedicado a la entrega de correspondencia.


Gran parte de su vida la ha dedicado al correo.


El empleado postal relató que tras el fallecimiento de su hermano quien trabajaba como cartero, recibió la oportunidad de trabajar en el Servicio Postal Mexicano y hasta la fecha ha ejercido su labor con profesionalismo, entregando la correspondencia a tiempo y ganándose el reconocimiento de los usuarios.

"Yo entré al Correo porque falleció un hermano y me dieron la oportunidad de ingresar, de los 26 años que tengo trabajando no tengo ni una falta, me ha ido muy bien, he vivido muchas experiencias como la mordida clásica del perro cuando sales a entregar la correspondencia".

José Hernández contó que el empleado postal cotidianamente reparte la correspondencia en motocicleta y se expone a diversos riesgos como ser atropellado por otro automóvil, ser asaltado e incluso ser atacado por perros al momento de acercarse a los domicilios, sin embargo dijo que su trabajo lo disfruta al 100 %, ya que todo eso forma parte de los "gajes del oficio".


Es compleja la labor del empleado postal.


Por último, el cartero dijo que a pesar de sufrir una parálisis facial logró sobreponerse a la enfermedad y pudo continuar realizando el acomodo, encancelamiento y entrega de correspondencia que por años ha formado parte de su vida cotidiana.

"El correo es como mi segunda casa, toda mi vida la he dedicado a este oficio y por esta enfermedad que tuve hace dos años batallé un poco pero aquí sigo haciendo lo que a mí me gusta, uno aquí tiene que distribuir la correspondencia, hay que encancelar y después el acomodamiento de cartas".