Le muestra la tragedia a Luis Echeverría

Oscar Reyes Rodríguez

  · viernes 17 de agosto de 2018

Roberto Domínguez recuerda cómo el agua se llevó a personas que él conocía. / Foto: Fotos Marco Bedolla/Archivo Histórico Municipal de Irapuato.

IRAPUATO, Gto.- Roberto Domínguez Herrera, fundador del Cuerpo de Bomberos de Irapuato, fue quien le mostró el verdaero rostro de la tragedia al entonces presidente de la República, Luis Echeverría Álvarez.

Con una memoria envidiable, Roberto Domínguez recuerda que después de ocurrida la inundación, sugirió al entonces presidente municipal, Max Kirchbach Fajardo, llamarle al presidente de la República para pedirle apoyo.


Así lo Dijo...


“Una de las peores escenas que haya visto en mi vida fue esa. No he visto cosa peor que esa inundación de 1973”.


Roberto Domínguez Herrera



“Pero el presidente municipal no quería hablarle al presidente y en esa reunión donde le sugerí que le pidiera el apoyo estaba también el párroco del Santuario del Centro y le dijo 'o le habla usted o le hablo yo' y no tuvo más remedio que hablarle a Luis Echeverría”.

El 22 de agosto de 1973, Luis Echeverría recorría las calles de Irapuato. Pero Roberto Domínguez asegura que Max Kirchbach lo llevaba por las zonas menos destrozadas.


“Lo están engañando, señor presidente, acá están los destrozos de la inundación”, le dijo Roberto Domínguez a Luis Echeverría.


Al ir caminando por la avenida Guerrero, Roberto Domínguez se atravesó al contingente en el que iba el presidente Echeverría. Recuerda cómo incluso los escoltas del presidente de la República lo apuntaran con sus rifles.

“Lo están engañando, señor presidente, acá están los daños, acá está lo peor”, le dijo Roberto Domínguez, quien tenía sus ropas manchadas de lodo, por las labores de ayuda que había emprendido.

Domínguez Herrera lo llevó por la calle Vallarta, luego hacia la zona de Terán, pero al llegar a la calle Jesús García ya no pudieron pasar, pues había decenas de casas derribadas, animales muertos y algunos vehículos volcados.

“Una de las peores escenas que haya visto en mi vida fue esa. No he visto cosa peor que esa inundación de 1973”, recuerda quien recibiera el Premio Nacional del Protección Civil por su incansable labor en la materia.



Roberto Domínguez Herrera atestiguó de todo en la inundación de 1973: vio cadáveres arrastrados por el agua mientras veía desde su casa de la calle Vallarta cómo la corriente arrasaba con todo. Vio también cómo Melesio Martínez Sandate, el hermano de una de las mujeres que ayudaban en los quehaceres de su casa, fue arrastrado por el agua, cuando ayudaba a unas personas que estaban atrapadas en el agua a que salieran agarradas de un cable. Y vio también cómo en una casa que estaba en ruinas, en una cuna, estaba una bebé, la cual tomó y la llevó a la Casa Hogar, donde permaneció 18 años en ese lugar y la cual se refería a él como “papá”.

Por ello, a partir de esa inundación, Roberto Domínguez se dio a la tarea de crear protocolos de atención ante este tipo de siniestros en Irapuato. Y si Irapuato no se inundó en posteriores ocasiones, fue gracias al trabajo de Roberto Domínguez Herrera, quien por años fue “el señor Protección Civil”.