ABASOLO, Gto.- El Ojo de Agua es un lugar simbólico ubicado en una de las orillas de cabecera municipal y se trata de una ex hacienda en ruinas de poco más de 100 años de antigüedad y es el lugar por el cual pasan varios escurrimientos de agua termal, además de que está cargada de una gran tradición y ministerio, lo que le ha valido ser visitado por los abasolenses para pasar un rato agradable en familia.
En su interior contiene grandes árboles de sabino que generan una agradable sombra para vivir momentos rodeado de la naturaleza, además de que cuenta con una riqueza de fauna local, pues son animales que no representan peligro a las personas que lo visitan; además, contiene dos grandes albercas que ya no son funcionales, pero que sirven incluso de abrevaderos para los animales silvestres.
En este lugar se venera a la Virgen de Guadalupe, pues se dice qué en unas peñas ubicadas al interior se apareció la Morena del Tepeyac y el 12 de diciembre es visitada por fieles creyentes de la fe católica, quiénes realizan una misa en el lugar y las familias se ponen a comer a la sombra de sus sabinos, disfrutando de la música y de puestos ambulantes qué se hacen presentes en el lugar por el día.
Se dice qué está ex hacienda perteneció en sus inicios a una familia de origen español y a través de los últimos años no ha sido habitada por nadie, lo que ha ocasionado que el inmueble se vaya deteriorando y quedando en ruinas, por consecuencia la naturaleza ha penetrado sus instalaciones, dejando huella de la ausencia del hombre en su mantenimiento.
El Ojo de Agua es un lugar lleno de misticismo, pues los lugareños cuentan de varias historias de misterio ya que dicen, que por las noches se escuchan ruidos y lamentos no humanos, según sus versiones, lo que los hace concluir que en ese lugar espantan, generando así algunas leyendas desde hace décadas.
Quizá el tiempo y la naturaleza termina en por " devorar" la ex hacienda, pero mientras tanto, seguirá siendo, un lugar te invita a ser visitado y a pasar momentos de tranquilidad con un toque de misticismo.