Con un llamado a la paz y un alto a la violencia, la Diócesis de Irapuato dio inicio a la celebración de la Semana Santa, con la festividad del Domingo de Ramos.
Enrique Díaz Díaz, obispo de la Diócesis de Irapuato, dijo que la Semana Santa debe ser un momento para reflexionar sobre qué es lo que se quiere para la vida futura, pero mucha gente lo ve como un tiempo para caer en excesos y displicencias que no traen nada productivo.
“Durante estas celebraciones se lee la Pasión de Cristo y ahí se hace como una confrontación, porque por un lado se escucha 'Viva Cristo Rey', pero por otro lado se escucha 'muera, mátenlo, crucifíquenlo' y es el vaivén de las masas (...) y yo creo que es lo mismo que vemos en esta Semana Santa: por un lado pedimos días de descanso, días para conmemorar a Cristo, pero muchas veces estos días se transforman en días de orgías, en días de displicencia, en días de excesos.
“Yo invitaría a que no sólo nos acerquemos a los oficios, sino que demos tiempo, espacio para pensar qué significamos nosotros como personas y qué significa para nosotros Jesús como salvador, como rey, qué espera de nosotros y cómo lo vamos a acompañar en Semana Santa”.
Enrique Díaz Díaz señaló que esta época servirá también para pedir un cese a todo el ambiente violento que se vive en varios municipios del estado.
“En estos días de las visitas pastorales ha sido una constante y un grito de 'ya no queremos violencia' y un pedir por la paz y hoy, al entrar Cristo a Jerusalén, le decimos que queremos paz, pero que también nos comprometemos a construir la paz, que nosotros también nos comprometemos a ser seguidores suyos y seguir fielmente sus mandamientos y su propuesta de amor”.
Posteriormente, el jueves, será realizada la bendición de los óleos, con la participación de todos los Obispos de la Diócesis de Irapuato en la Catedral.
Por la tarde de ese mismo jueves, será la misa de lavatorio de pues.Para el viernes se tendrá la representación del Viacrucis y por la tarde será llevada a cabo la procesión del silencio; en tanto, el sábado en la noche, en la Catedral, será la misa de la resurrección de Cristo, la cual es considerada la celebración más importante de todo el año para la comunidad cristiana.