Queda agua para 20 años en Irapuato

Irapuato tiene aún agua suficiente para 20 años; sin embargo, si no se realizan labores de recuperación de mantos freáticos y de mejor aprovechamiento de agua, podría disminuir la disponibilidad.

En entrevista con El Sol de Irapuato, José Lara Lona, director de la Junta de Agua Potable, Drenaje, Alcantarillado y Saneamiento del Municipio de Irapuato (Japami), que en Irapuato aún hay agua suficiente para 20 años del subsuelo, sin embrgo, alertó que si no se hacen acciones de mitigación y recuperación del agua, sí se podría correr el riesgo de quedarse sin agua, derivado de la sobreexplotación de las empresas, el estrés hídrico, aunado de la sequía con la que año con año se ha venido acarreando.

Estrés hídrico.

Y es que Guanajuato está dentro de uno de los acuíferos más estresados del país, como es el Irapuato-Valle de Santiago, porque se extrae más agua de la que se recarga año con año.

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“Hablar de 20 años tal vez pueda ser muy poco, pero los estudios que tenemos hablan de que tenemos un acuífero muy estresado, en donde la sobreexplotación es lo que no nos está ayudando”, mencionó.

Guanajuato, forma parte de los 15 estados que podría quedarse sin agua, según datos publicados por el Instituto de Recursos Mundiales WRI por sus siglas en inglés).

Por ello, José Lara Lona puntualizó que en estos momentos, el objetivo principal es crear conciencia en torno al cuidado del agua entre los irapuatenses, para evitar que se llegue al Día Cero, como se está viendo en Nuevo León.

“Lo que estamos haciendo y no es un proyecto que sea para el año que vienen, sino ya desde ahorita es la verificación de los puentes, tenemos muchos años que no se han revisado los pozos para que estos cumplan con su trabajo”.

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Asimismo, agregó que dentro de estas acciones está el reducir el porcentaje de agua que se está desperdiciando, pues actualmente el 55% del líquido que es extraído se está perdiendo.

Además, retomarán proyectos hídricos, como el aprovechamiento de aguas superficiales de la presa La Purísima, además de impulsar los bordos en comunidades rurales, para que tengan agua para su ganado y para algunas actividades en las que se puede usar agua de lluvia y no de la del subsuelo.