COMONFORT, Gto; Escoltado por su padre llegó a Comonfort el cuerpo de Francisco Anaya García, de 32 años de edad, quien fue recibido en medio de llantos, campanas, y fuegos pirotécnicos, por sus familiares y amigos, quienes lo esperaban desde hace varios días, luego de que el joven perdió la vida en un tiroteo que se registró en el bar Tequila en Kansas City, el pasado 6 de octubre.
Desde antes de las 10 de la mañana, la señora Marcelina de Jesús García esperaba el cuerpo de su hijo; decenas de sillas, coronas y arreglos florales, estaban listos para la velación, así como algunas fotos de su hijo. En la comunidad de La Palma donde actualmente vive la señora, estuvieron primos y familia cercana al joven.
Cerca de las 2:55 de la tarde, familiares y amigos salieron de la vivienda donde serán velados los restos de Francisco Anaya, para caminar a la esquina de la calle Mariano Arista y de esa manera esperar el cuerpo trasladado en una camioneta.
En punto de las tres de la tarde dicho vehículo arribó a la calle, en donde ya era esperado con los arreglos florales. Al poco rato las campanas de la parroquia comenzaron a repicar, mientras un trío cantaba detrás del vehículo que transportaba a Francisco. La mamá del joven se vio sumamente afectada por este deceso.
A su paso se escuchaba fuegos pirotécnicos, mientras que más gente de la comunidad se sumaba al cortejo fúnebre para darle el último adiós a Francisco.
FRANCISCO EMIGRÓ A LOS 12 AÑOS DE EDAD
Su familia lo recuerda como alguien alegre, cariñoso y amoroso. Marcelina de Jesús García madre del hoy occiso, mencionó que él nació en la Ciudad de México y a los 15 días se mudaron a la comunidad de La Palma, en Comonfort, donde cursó la primaria en la institución Venustiano Carranza, lugar en donde tuvo muchos amigos con los que jugaba a las canicas y al trompo, y cuando cumplió 12 años decidieron irse a los Estados Unidos, la señora Marcelina, con su esposo Francisco Anaya Vázquez, y sus otras dos hijas: Selena y Galicia.
Luego de un tiempo la señora García, al ver los logros de su casa en la comunidad de La Palma, regresó a Comonfort mientras que su esposo y sus dos hijas se quedaron en Kansas por voluntad propia. Al ser menores de edad, sus hijos entraron dentro del programa DACA que protege a los niños que llegan a Estados Unidos cuando son menores de edad para no ser deportados, gracias a esto ellos podían visitar a la señora, sin embargo al inicio de la administración de Donald Trump, este programa fue cancelado y sus hijos no pudieron viajar nuevamente a México.
Aunque no se podían ver seguido, la señora Marcelina afirmó que hablaban de manera constante por teléfono. Relató que Francisco tenía 20 años viviendo en aquel país, y que estaba trabajando en la venta de automóviles y posteriormente en una empresa de armado de montacargas.
Dijo que Francisco Anaya era soltero sin compromisos, únicamente vivía con su papá y sus hermanas, además de disfrutar la compañía de sus dos sobrinos.
La señora Marcelina mencionó que cuando visitaba a su familia en La Palma, era recibido por todos sus amigos a quienes ayudaba con la venta de elote y garbanzo que ello cosechaban.
“Yo hablaba con él, le decía que ya regresara pero él me decía que se quería quedar un poco más y cuando pasara un poco de tiempo ya estaría con nosotros de regreso, por lo pronto mi hija Selena no regresará, ella tiene una vida hecha allá y esta vez no pudo acompañar a su hermano debido al programa del DACA”, comentó.
El padre de Francisco Anaya, visitaba continuamente a su esposa y familia cercana, ya que participaba anualmente en la peregrinación ciclista al Tepeyac, y en esta ocasión ya estaba preparado, sin embargo por el deceso de su hijo no participó, aunque la bandera estuvo presente en el funeral.
Luego del deceso de Francisco Anaya, familiares y la madre del hoy occiso, afirmaron que el gobernador, Diego Sinhué ha brindado su apoyo de trámites, además de la Secretaría del Migrante que fueron quienes se pusieron en contacto con la familia, así como el gobierno de Kansas quien ha estado apoyando a la familia.
Tanto primos como familiares tenían gran aprecio por Francisco de 32 años, a quien describen como un ser cariñoso, responsable y amoroso con su familia en todo momento, a quien le gustaban las películas de drama y acción, así como la convivencia familiar y de sus amigos. Por lo que será velado en el domicilio donde creció, para darle el último adiós luego de más de 20 años de no estar en su tierra natal.
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