A nivel mundial, las mujeres representan 43% de la fuerza laboral en el campo y contribuyen a la producción de los alimentos; sin embargo, en México sólo tres de cada seis mujeres reciben alguna remuneración económica, esto debido a la brecha de desigualdad que aún se vive en el país.
De Viva Voz...
“La migración y la pobreza provocan que las mujeres trabajadoras agrícolas o como encargadas de las unidades rurales, sufran de carencias de servicios, porque no todas pueden acceder a estos recursos para mejorar sus producciones debido a la desigualdad en la que viven”.
Carolina Camacho Villa / Especialista en Innovación e Inclusión Social del Cimmyt.
Así lo expuso Carolina Camacho Villa, especialista en Innovación e Inclusión Social del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (Cimmyt), durante su ponencia "El papel de la mujer en la Producción de Alimentos en México" realizada en el marco de la Expo Agroalimentaria 2019, quien mencionó que la feminización en la agricultura es un fenómeno que ocurre en la mayoría de los campos del país, pero principalmente en el centro y sur de México, particularmente en estados como Oaxaca, Jalisco, Michoacán, Guanajuato y Zacatecas, al ser zonas expulsoras de las mujeres en el campo.
Sin embargo, esto sucede porque actualmente a la mujer trabajadora en el campo no se le reconoce como productora, debido a que no es dueña de las tierras que trabaja y, aunque se haya quedado como encargada, fue deja en las peores condiciones para que su esposo o padre, decidiera migrar para tener mejores condiciones de vida.
En México, las mujeres mexicanas representan 50% de la población rural y contribuyen hasta 16% en producciones como el maíz, pero no son remuneradas económicamente como los hombres, debido a que seis de cada 10 hombres si son reconocidos por su trabajo, en cuanto a la mujer, sólo a tres de cada seis.
Incluso, sólo 26% de las mujeres en México poseen tierras para trabajar, debido a la brecha de desigualdad que hoy en día es relevante, pero a estas mujeres carecen de servicios, ya que sólo 10% de ellas acceden a créditos y 5% a asistencia técnica para mejorar sus producciones.
No obstante, la mujer tampoco es tomada en cuenta para tener participación agraria, esta al ser fundamental en la toma de decisiones, y es que sólo 19% de las mujeres mexicanas de zona rural tienen voz y voto.
La investigadora señaló que estos datos ponen en evidencia la desigualdad de género que aún existe en el campo y ha provocado que la mujer no sea reconocida en la producción de alimentos; por ejemplo, en Oaxaca, las mujeres del campo tienen una sobrecarga del trabajo debido a que ejercen trabajos en el campo y atienden las labores del hogar y de la familia al mismo tiempo, al no recibir ninguna clase de apoyo, lo que impide que puedan innovar.
En ese sentido, aseguró que empoderar a las mujeres no es suficiente para atender la problemática, sino también reconocerles su contribución con ideas para el campo, así como permitirles el acceso de recursos, servicios y una mayor participación en la toma de decisiones, pues mencionó que al identificar eso, pueden ser atendidas por proyectos y programas agrícolas más inclusivos.
A nivel mundial, 43% de las mujeres representan la fuerza laboral en el campo
En México:
Las mujeres representan 50% de la población rural
3 de cada 6 mujeres son remuneradas económicamente por sus labores en el campo
16% de las mujeres mexicanas contribuyen a la producción de maíz
26% de las mujeres poseen tierras del campo, de las cuales sólo 10% accede a créditos y 5% a asistencia técnica
Sólo 19% de las mujeres tienen participación agraria