REFLEJOS DE SOL

ARRODILLADO

Cuando el personal de más de 23 universidades públicas realizó un paro para exigir más recursos de la federación para la educación superior, la respuesta del inquilino de Palacio Nacional fue que no iba a caer en chantajes y hasta les advirtió que, aunque paralicen al país, no va a repartir dinero a diestra y siniestra. Hoy, sin embargo, López Obrador sí se arrodilla, dobla las manos, se rindió y hasta se humilló frente a los grupos armados que desataron la violencia en Culiacán, ordenando la liberación del chapito Ovidio Guzmán López.

MIEDO

Ahí sí cedió a chantajes el presidente de México; no paralizaron al país pero fue suficiente al sitiar a una ciudad. Los universitarios no provocaron violencia ni utilizaron “Barrets” calibre .50, tampoco incendiaron ni colocaron barricadas, mucho menos asesinaron a soldados ni a la población civil. Y sin embargo fueron ninguneados: “no habrá recursos, eso es un chantaje de grupos”, les dijo el mandatario.

INDIGNACIÓN

Hay indignación popular por la decisión del gobierno de haber dejado libre al chapito -quien tiene orden de extradición de los Estados Unidos-; lo dejaron en libertad acobardados por el caos que generaron los grupos armados en Sinaloa; lo soltaron también por ineptitud, por incapacidad y por su fracasada “estrategia”. Ahora el lema de los civiles armados parece ser “Abrazos no. Balazos”.

ORGANIZACIÓN

Es inconcebible que los presuntos delincuentes hayan mostrado más labor de inteligencia, más organización, más coordinación que el gobierno. Atacaron zonas sensibles y estratégicas, las unidades habitacionales de las familias de los soldados y hasta se dieron el lujo de liberar a más de 50 reos del penal de Araguato. Así fue aunque parezca increíble.

CUMPLIDOS

Los soldados cumplieron, repelieron la agresión, honraron el uniforme y protegieron, en la medida de lo posible, a los civiles indefensos. Ellos cumplieron. Los que fallaron fueron los funcionarios fifís, los de traje, los que están en sus oficinas y tras el escritorio. Por lo mismo, deben rodar cabezas. Estados Unidos las va a pedir.

LA ORDEN

Debe caer quien dio la orden de liberar al chapito. Se supone que el comandante supremo de las fuerzas armadas es el presidente de México y es quien da las órdenes. Alguien debe pagar el fracaso y la humillación. No más culpas al ejército.