EJÉRCITO
Una de las pocas instituciones que quedan en este país y que han gozado del prestigio nacional como es el Ejército, sin lugar a dudas ha visto manchado su plumaje con la captura del general Salvador Cienfuegos, exsecretario de la Defensa Nacional durante el peñato, que es sólo la punta del “iceberg” de lo corrompido que estuvo esa administración. Es, sin duda, un duro golpe para nuestras fuerzas armadas pero como bien dicen por ahí: no son las instituciones, son los hombres los que han fallado.
LAVADO
Narcotráfico y lavado de dinero son los cargos que la justicia estadounidense está imputando al militar mexicano quien fue detenido, vergonzosamente, frente a su familia cuando arribaba en un vuelo a los Estados Unidos. Es acusado de conspiración internacional de fabricación y distribución de heroína, cocaína, metanfetamina y mariguana. Le espera, por lo menos, 10 años de prisión de ser hallado culpable, aunque dicen que hay ciertas inconsistencias en las acusaciones.
EN “BABILONIA”
No se puede decir que sea un triunfo del régimen de la cuarta transformación puesto que ni López Obrador ni nadie de su equipo de colaboradores, estaba enterado de esa investigación estadounidense, así es que no pueden colgarse la medalla puesto que el propio López Obrador ni siquiera estaba enterado, algo sumamente grave cuando él mismo ha dicho que “el presidente de la República es de los hombres mejor informados”. Esta vez -como otras tantas- le falló.
OPORTUNISMO
No dudamos, sin embargo, que la “cuatro te, oportunista como siempre, vaya a utilizar esta captura con tintes electoreros. De hecho, ya empezó a hacerlo. No vemos, en el mismo tenor, reacciones por parte del Partido Revolucionario Institucional -toda vez que Cienfuegos fue secretario de la Defensa en el gobierno del Peña Nieto-, ni siquiera del propio expresidente de México quien aparentemente anda a salto de mata. Por algo será.
CORRUPCIÓN
López Obrador, por su parte, ha dicho que esta captura es una muestra de la descomposición del régimen neoliberal, pero se le olvida que esa podredumbre está también en la figura presidencial desde aquel aciago momento en que ordenó liberar, tras ser capturado por la Marina, a Ovidio Guzmán “El Chapito”, hijo de Joaquín Guzmán Loera “El Chapo”, en un hecho vergonzoso y humillante para nuestras fuerzas armadas, así como la sumisión de AMLO ante la mamá de “El Chapo”. ¿Eso no es descomposición? Es más grave que eso. ¿Por qué tanta protección a esos criminales? ¿Habrá órdenes de captura en los Estados Unidos, de la DEA, del FBI, etc., contra amlo por esa acción?
DE NOCHE
Por lo pronto, la detención de Cienfuegos no es un logro de la cuarta transformación; su canciller estrella Marcelo Ebrard se enteró sólo porque el metiche embajador norteamericano Christopher Landua le notificó a través de un “tuiter” porque de lo contrario, la “cuatro te” ni siquiera se hubiera dado por enterada. Mal andan las cosas en este país. ¿Por qué no se ha investigado de dónde procedieron los recursos que López Obrador ha gastado durante 18 años de campaña?