Así lo dio a conocer José Lara Lona, director de la Junta de Agua Potable, Drenaje, Alcantarillado y Saneamiento del Municipio de Irapuato (Japami), quien mencionó que los hurtos de este tipo no cesaron, por lo que buscarán en 2022 una estrategia para evitar no sólo los hurtos, sino los problemas que éstos pudieran acarrear, al hacer de estos hoyancos trampas para transeúntes, ciclistas o motociclistas que podrían caer en ellos.
José Lara Lona explicó que al año la Japami destina cerca de 250 mil pesos para reponer las alcantarillas robadas, así como medidores que son desprendidos, debido a que aún tienen componentes metálicos; sin embargo, comentó que la mayoría del presupuesto se va en colocar de nueva cuenta este alcantarillado, pues el precio de cada una es de 900 pesos; durante el 2021 más de 200 tapas de alcantarilla fueron colocadas.
“Tenemos un gran número de registros que se han estado vandalizando, se quitan, se rompen y se maltratan, no sólo las que son de hierro fundido, si no las de concreto”, dijo.
Aunado a ello, expresó que se sigue trabajando para tratar de evitar colocar las alcantarillas de metal y ser sustituidas por unas de plástico poliestireno para evitar sean llamativas para los delincuentes.
“Entonces hemos trabajado por dos años sobre la sustitución de estos, principalmente de las alcantarillas por materiales que no motiven a este tipo de situaciones”, agregó el director de la Japami.
El robo de éstas no sólo genera la afectación económica, sino que también genera riesgos para los conductores y peatones, pues en el momento de quitar la alcantarilla queda el hoyo expuesto.
El director de la Japami exhortó a la ciudadanía a reportar las alcantarillas que se encuentran sin tapa a las redes sociales de la dependencia y con ello evitar que ocurra algún accidente de mayor gravedad.