Representantes de bares, antros y cantinas exigieron a las autoridades municipales la extensión de horario de servicio dentro de sus establecimientos.

La mañana de este viernes, al menos 50 dueños de bares, antros y cantinas en el municipio se reunieron en el Centro de Gobierno municipal, exigiendo que se les diera una explicación del por qué se restringió su horario comercial.

En entrevista, Carlos Rentería, propietario de un bar, dijo que fue la noche del jueves cuando elementos de Fiscalización acudieron a los establecimientos para notificar el nuevo horario de servicio, el cual se redujo una hora, es decir, de tener permitido hasta las tres de la madrugada, ahora tendrían que cerrar justo a las dos , mientras que los locales que se ubican cerca del primer cuadro del Centro Histórico tendrían que hacerlo a las 12 de la noche.

Indicó que este cambio de horario se dio para entablar una supuesta estrategia de seguridad, sin embargo, señalaron que no se trató de una manera formal, sino que fue de manera verbal, lo que causó extrañeza entre los locatarios.

Carlos Rentería resaltó que este recorte en el horario podría traer serías afectaciones económicas a los propietarios, lo que podría tener graves repercusiones en sus comercios, pues puntualizó que aún no logran recuperarse tras los estragos que dejó la pandemia por la Covid-19.

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Minutos después de que comenzaran los reclamos, una comitiva de cinco representantes ingresaron a una reunión con los titulares de Fiscalización, sin embargo, resaltaron que no se logró llegar a ningún acuerdo ni se recibió una información puntual de las razones por las que se les pidió este recorte en el horario.

“No obtuvimos una respuesta favorable, al contrario un hermetismo en total en ver un cambio en nuestros horarios, afectando primordialmente a nuestros compañeros del Centro Histórico, ya no sabemos que pensar, necesitamos saber qué pasa”, agregó.