Felisa Juárez y su familia irapuatense tienen 18 años apoyando a los miles de peregrinos que pasan por Irapuato rumbo a San Juan de los Lagos, donde les entregan agua y comida para que puedan continuar su trayecto.

Los intensos rayos del sol y el calor no son impedimento para que Felisa Juárez salga cada año junto con su familia a la orilla de la carretera a recibir a los miles de peregrinos que pasan por Irapuato, quienes se dirigen a San Juan de los Lagos para cumplir alguna manda o pedir un favor.

Felisa contó que comenzó la tradición hace 18 años, cuando sufrió un accidente y no pudo irse a peregrinar a San Juan de los Lagos, entonces su familia tuvo la idea de acompañarla hasta el pie de la carretera, por donde cada año suelen transitar los contingentes, para así poder entregarles fruta a los peregrinos y que puedan comer algo durante su viaje.

Sin embargo, Felisa enfermó del riñón y le prometió a la Virgen que si se curaba, iba a apoyar a los peregrinos, aunque sea con botellas de agua.

Así, lo que empezó con regalos sencillos como naranjas, creció hasta convertirse en entregas de más de 12 guisados diferentes y hasta botellas de agua, por lo que actualmente Felisa y su familia siguen saliendo cada año desde muy temprano para entregar alimentos a los peregrinos, para que no sufran de hambre y deshidratación y puedan llegar con salud a su destino, quienes muy alegres agradecen el buen trato y apoyo de los irapuatenses.

“Mi familia me apoya para repartir los alimentos o las botellas de agua, este año estamos entregando dos mil 500 aguas, entonces vienen mis hermanas, mis hijos y mis sobrinos a ayudar”.

Hasta ahora han pasado más de nueve mil peregrinos por Irapuato, donde algunos pudieron recibir el obsequio de la familia Juárez Andrade, quienes seguirán realizando la tradición durante el resto de los años.