Caracas, Venezuela.- Las elecciones presidenciales en Venezuela, en las que el mandatario Nicolás Maduro aspirará a la reelección, se realizarán el próximo 22 de abril, de forma anticipada, anunció el Consejo Nacional Electoral (CNE).
"Se convocan las elecciones presidenciales para el 22 de abril de 2018", informó la presidenta del CNE, Tibisay Lucena, en una comparecencia transmitida por la televisión oficial.
El esperado anuncio se produjo luego de que fracasara una negociación entre el gobierno y la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), en Santo Domingo, para firmar un acuerdo que incluía la fecha y garantías para los comicios.
A pesar de que no se firmó el acuerdo necesario y tan esperado por el país, podemos afirmar que no hay caminos a la paz, que la paz es el camino, el único para recuperar la convivencia democrática.
Tibisay Lucena, presidenta del CNE.
La fecha no fue una sorpresa. Al anunciar el fracaso de dos meses de diálogos, el presidente dominicano, Danilo Medina, explicó que las partes habían acordado el martes que los comicios fueran el 22 de abril, tras un estira y encoge en el que el gobierno proponía el 8 de marzo y la MUD el 10 de junio.
Pero la MUD presentó este miércoles observaciones al texto -mientras Maduro dijo que "solo firmaría el documento" que estaba sobre la mesa el martes-, explicó el mandatario dominicano.
En un mitin en Caracas, Maduro fustigó a la MUD por no firmar, según él por orden de Estados Unidos, y ante las cámaras estampó su rúbrica en una copia del texto: "Que se cumpla en todas sus partes el acuerdo, tengo palabra, he firmado", dijo.
El negociador principal de la MUD, Julio Borges, había emplazado al gobierno a no cometer "el absurdo error de convocar unas elecciones de forma unilateral".
"Maduro no es el dueño de la democracia en Venezuela, son los venezolanos y deben ser respetados", aseveró Borges, quien consideró que las observaciones de la oposición al documento buscaban garantizar "unas elecciones libres".
"Contra las cuerdas"
Pese a que arrastra una impopularidad de 70% ante la grave crisis, con una hiperinflación y aguda escasez de alimentos y medicinas, Maduro tiene posibilidades de reelegirse, según analistas, pues cuenta con un sólido apoyo institucional que incluye a los militares, una fuerte política de subsidios y un adversario dividido y frágil.
Las presidenciales fueron adelantadas por la oficialista Asamblea Constituyente para antes del 30 de abril, descolocando a una oposición que aún no decide si irá a los comicios con un candidato de consenso o con varios, o incluso si participará.
"En el escenario que se plantea, con el actual poder electoral, está claro el triunfo de Maduro, a no ser que la oposición logre alguna decisión unitaria", aseguró a la AFP la politóloga Francine Jácome.
Jácome considera que actualmente la oposición carece de liderazgo. Sus principales dirigentes, Leopoldo López y Henrique Capriles, están inhabilitados políticamente.
"Si el enemigo está contra las cuerdas, termina de darle el nocaut. La oposición debe aceptar que con el fracaso del diálogo se cierra un ciclo", comentó por su parte el politólogo Leandro Area.
A su juicio, la oposición "debería recomponerse, crear un nuevo liderazgo, pero no debería ir a la elección: roto el diálogo, si no se resolvieron las condiciones, no debería ir".
Lucena precisó que la campaña se realizará del 2 al 19 de abril, aunque el gobierno viene realizando mítines desde que la Constituyente anunció el adelanto de los comicios.
La letra menuda
Según Medina, durante el proceso de diálogo la MUD demandó, además de la liberación de "personas detenidas", la habilitación de partidos políticos a los que el poder judicial y electoral -acusados de servir al chavismo- excluyeron recientemente de los comicios.
Verbalmente para el gobierno se llegó a un acuerdo bajo la mediación de (el expresidente del gobierno español José Luis) Rodríguez Zapatero en esos dos puntos.
El borrador del acuerdo, según pudo leer la AFP, incluía la observación internacional de la ONU, auditorías de todo el proceso y actualización del registro de votantes para incluir a los miles que emigraron en los últimos meses.
Además, la reapertura de centros electorales en zonas opositoras, suspendidos por el CNE en los comicios de gobernadores y alcaldes en 2017, y el acceso equitativo de los partidos a los medios de comunicación.
"Una cosa es una invitación, que era ese documento, y otra el documento nuestro, que es la articulación clara de estos derechos", dijo Borges sobre su contrapropuesta. "No aceptaremos ningún acuerdo que haga que claudique la democracia en Venezuela", agregó.
Para Area y Jácome, el fracaso del diálogo dejaría a una oposición más dividida y a un gobierno "más aislado".
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