TAPACHULA, Chis.- En los primeros 16 días del 2018 se han registrado cuatro feminicidios en Chiapas en los municipios con mayor desarrollo.
El Colectivo de Mujeres (Colem) informó que se lleva un registro con base a la información en los medios de comunicación y dentro de sus estadísticas que marcan que en 2017 hubo 120 muertes violentas, 16 menos que 2016.
El último caso registrado es el de la joven Gloria Castellanos Balcázar, cuyo cuerpo fue localizado la madrugada del martes 16 de enero en Tuxtla Gutiérrez.
El primer feminicidio del año fue el de Maribel Vázquez Sánchez, de 40 años, quien fue asesinada por su esposo Agustín “N” de 43 años, cuando se encontraba en el domicilio de familiares en la colonia Los Reyes, en Tapachula.
El homicidio de Maribel se dio en las primeras horas del 1 de enero. No se logró impedir la muerte de la mujer, a pesar de que en anteriores ocasiones se habían presentado casos de violencia por celos.
A pesar de la Alerta de Género que se ha emitido para siete municipios de Chiapas, se siguen presentados casos y a solo quince días de iniciado el año ya son 4 mujeres que han perdido la vida por esta causa de violencia.
En Chiapas se mantiene una alerta sobre los homicidios perpetrados contra mujeres, sin embargo, por la falta de recursos y voluntad no se ha hecho nada para parar este flagelo que afecta a las mujeres tanto mexicanas como extranjeras.
Los vacíos legales y la falta de unificación en el concepto legal de violencia de género han permitido que menos del 20% de los asesinatos violentos contra mujeres sean reconocidos como feminicidios en la entidad.
De las 20 mujeres asesinadas en 2017 en la frontera sur, nueve son centroamericanas, una menor de 16 años y las demás desde 18 hasta los 75 años de edad. Siete de ellas fueron muertas a balazos, seis macheteadas y acuchilladas, cinco estranguladas y dos lapidadas.
Sobre esta cifra, tres de las mujeres fueron asesinadas por su pareja, dos por integrantes de la banda Mara Salvatrucha que fueron detenidos y en 12 casos se desconoce si fueron capturados los asesinos por el nuevo Sistema Penal que no permite dar a conocer el proceso que enfrentan.
De la cifra en 2017, tres cuerpos fueron enviados a la fosa común porque no fueron reclamados y se considera eran de Centroamérica, las otras 14 respondían a los nombres de María, 75 años; Yeimi, 26 años; María Elena, 48 años; Rosa María, 25 años; Elisema, 18 años; Loyda Eunice, 28 años; Evelin, 33 años; Marilú, de 59 años; Velia, 69 años; Lizet, 21 años; Estela, 42 años, Leonila, 47 años; Margot, 47 años y la menor de 16 años de nombre Josefa, además de dos desconocidas.
A comparación del 2017, que fueron 21 mujeres asesinadas entre los 21 hasta los 40 años de edad, solo dos quedaron como desconocidas, 17 más fueron asesinadas con arma blanca y cuatro con arma de fuego.
Los hoyos negros de los sistemas judiciales en México han provocado que durante los últimos cuatro años, los responsables de asesinar de manera violenta a miles de mujeres, incluso descuartizadas o asfixiadas, no siempre sean procesados y en su caso castigados con hasta 70 años de prisión por feminicidios.
En este momento, quienes asesinan a mujeres a golpes o a cuchilladas, podrán obtener una pena menor entre 20 y 25 años de cárcel.
Lo vulnerable de los sistemas judiciales ha sido formado por lagunas legales, protocolos inadecuados para proteger las escenas de los crímenes, investigaciones ministeriales erróneas y, sobre todo, una tipificación de los delitos con penas menores.