/ sábado 15 de diciembre de 2018

Alerta Agropecuaria

Seguridad alimentaria 2019

El gobierno de EU ha subsidiado a sus agricultores según nuestra investigación con 106 mil millones de dólares entre 1995 y 2016, ya sea con pagos directos, seguros, sostenimiento de precios y otros. Sin duda el reto del gobierno federal es lograr una autosuficiencia en alimentos básicos en nuestro país para este sexenio que empieza.

A raíz de la guerra comercial, vía aranceles, que ha desatado en todo el mundo el impresentable y corrupto desarrollador inmobiliario convertido en Presidente de los Estados Unidos, han surgido reacciones en su mismo país, sobre todo en lo referente a los productos del campo.

Recientemente, fueron publicados artículos de una organización no gubernamental denominada The New Food Economy, misma que goza de prestigio y ha sido premiada, en los que describe cómo se verá afectada la economía norteamericana gracias a esta guerra encabezada por su Presidente.

En uno de esos artículos, escrito por el señor Renée Alexander, se demuestra claramente cómo el Tratado
de Libre Comercio (TLC) ha subsidiado a los granjeros estadunidenses y ha provocado la crisis de inmigración que hoy tenemos.

Menciona que tanto economistas como expertos en comercio, de ambos lados de la frontera, están de acuerdo en que es un terrible error lo que está haciendo Trump. Desde que se inició el TLC, en 1994, el comercio entre los dos países se ha triplicado y, entre otras cosas, México ha importado seis millones de toneladas de maíz anualmente. El gobierno estadunidense ha subsidiado a sus agricultores con 106 mil millones de dólares entre 1995 y 2016, ya sea con pagos directos, seguros, sostenimiento de precios y otros.

Esto causó, según el analista, que durante la primera década del Tratado, el precio del maíz que se siembra en México cayera un 70 por ciento y que aproximadamente dos millones de campesinos abandonaran sus parcelas y buscaran trabajo en las ciudades o se fueran a Estados Unidos, originando el caos que hoy tenemos.

Cuando el gobierno mexicano de aquella época nos vendió el TLC como un gran futuro y una supuesta salida de la pobreza de nuestros campesinos, muchos dudamos de tal posibilidad, y la realidad ha demostrado desgraciadamente que teníamos razón. Ahora, Andrés Manuel López Obrador ha firmado lo que denomina el Plan de Ayala 2.0 para revertir la situación y darle un nuevo impulso al campo. Levantamos la voz de Alerta Agropecuaria porque esperemos que contribuya a mejorar la vida de los millones de campesinos y, sobre todo, que se queden en el país, particularmente en Guanajuato y no sufran el hostigamiento y desprecio de las autoridades norteamericanas.

En otro artículo, escrito la semana pasada por el señor Sam Bloch, se comenta la decisión de Trump, a través de su Departamento de Agricultura, de otorgar 12 mil millones de dólares a los agricultores para asistencia directa vía la compra de las cosechas y su distribución. La mayoría del subsidio irá a quienes siembran soya, porque parece que serán los más afectados por esta guerra de aranceles, principalmente con China.

Ese país es el gran comprador de soya para alimentar a su ganado, y sus importaciones han crecido tan sólo a
los Estados Unidos en un 1,600 por ciento, con un valor en 2017 de 40 mil millones de dólares. Una de cada cuatro toneladas que se siembran va para China y ahora los agricultores se preguntan a quién le van a vender su soya si los chinos dejan de comprar.

Estados Unidos ha apoyado tradicionalmente vía subsidios y compras gubernamentales al campo, con graneros para guardar las cosechas o como algunos años atrás, durante el gobierno de Obama, que apoyó a los productores de lácteos en 2016 comprando millones de toneladas de queso para darlos a los bancos de alimentos y a los diferentes programas de asistencia que tienen.

Ahora resulta que Argentina está comprando soya norteamericana en lugar de comprársela a su vecino Brasil, porque sale más barata con el subsidio y, como dice la columnista Bárbara Anderson, se puede dar la circunstancia de que la soya de Iowa termine finalmente en China, pero bajando de un barco argentino.

Si esta guerra de aranceles sigue, habrá millones de campesinos en todo el mundo que tendrán problemas para salir adelante si sus gobiernos no atienden de inmediato la problemática que se les está presentando.

Por eso que nosotros creemos que buscar la suficiencia y soberanía alimentaria se convierte en uno de los temas urgentes para la administración que empezó el primero de diciembre en nuestro país, el reto es que logre al final del sexenio la autosuficiencia alimentaria 2019-2024. Pero estimado lector usted tiene la mejor opinión. Las opiniones vertidas en nuestra editorial de Alerta Agropecuaria son responsabilidad exclusiva del autor, CONÉCTATE con nosotros, hasta la próxima! Soy tu amigo catarino_mg@hotmail.com



Seguridad alimentaria 2019

El gobierno de EU ha subsidiado a sus agricultores según nuestra investigación con 106 mil millones de dólares entre 1995 y 2016, ya sea con pagos directos, seguros, sostenimiento de precios y otros. Sin duda el reto del gobierno federal es lograr una autosuficiencia en alimentos básicos en nuestro país para este sexenio que empieza.

A raíz de la guerra comercial, vía aranceles, que ha desatado en todo el mundo el impresentable y corrupto desarrollador inmobiliario convertido en Presidente de los Estados Unidos, han surgido reacciones en su mismo país, sobre todo en lo referente a los productos del campo.

Recientemente, fueron publicados artículos de una organización no gubernamental denominada The New Food Economy, misma que goza de prestigio y ha sido premiada, en los que describe cómo se verá afectada la economía norteamericana gracias a esta guerra encabezada por su Presidente.

En uno de esos artículos, escrito por el señor Renée Alexander, se demuestra claramente cómo el Tratado
de Libre Comercio (TLC) ha subsidiado a los granjeros estadunidenses y ha provocado la crisis de inmigración que hoy tenemos.

Menciona que tanto economistas como expertos en comercio, de ambos lados de la frontera, están de acuerdo en que es un terrible error lo que está haciendo Trump. Desde que se inició el TLC, en 1994, el comercio entre los dos países se ha triplicado y, entre otras cosas, México ha importado seis millones de toneladas de maíz anualmente. El gobierno estadunidense ha subsidiado a sus agricultores con 106 mil millones de dólares entre 1995 y 2016, ya sea con pagos directos, seguros, sostenimiento de precios y otros.

Esto causó, según el analista, que durante la primera década del Tratado, el precio del maíz que se siembra en México cayera un 70 por ciento y que aproximadamente dos millones de campesinos abandonaran sus parcelas y buscaran trabajo en las ciudades o se fueran a Estados Unidos, originando el caos que hoy tenemos.

Cuando el gobierno mexicano de aquella época nos vendió el TLC como un gran futuro y una supuesta salida de la pobreza de nuestros campesinos, muchos dudamos de tal posibilidad, y la realidad ha demostrado desgraciadamente que teníamos razón. Ahora, Andrés Manuel López Obrador ha firmado lo que denomina el Plan de Ayala 2.0 para revertir la situación y darle un nuevo impulso al campo. Levantamos la voz de Alerta Agropecuaria porque esperemos que contribuya a mejorar la vida de los millones de campesinos y, sobre todo, que se queden en el país, particularmente en Guanajuato y no sufran el hostigamiento y desprecio de las autoridades norteamericanas.

En otro artículo, escrito la semana pasada por el señor Sam Bloch, se comenta la decisión de Trump, a través de su Departamento de Agricultura, de otorgar 12 mil millones de dólares a los agricultores para asistencia directa vía la compra de las cosechas y su distribución. La mayoría del subsidio irá a quienes siembran soya, porque parece que serán los más afectados por esta guerra de aranceles, principalmente con China.

Ese país es el gran comprador de soya para alimentar a su ganado, y sus importaciones han crecido tan sólo a
los Estados Unidos en un 1,600 por ciento, con un valor en 2017 de 40 mil millones de dólares. Una de cada cuatro toneladas que se siembran va para China y ahora los agricultores se preguntan a quién le van a vender su soya si los chinos dejan de comprar.

Estados Unidos ha apoyado tradicionalmente vía subsidios y compras gubernamentales al campo, con graneros para guardar las cosechas o como algunos años atrás, durante el gobierno de Obama, que apoyó a los productores de lácteos en 2016 comprando millones de toneladas de queso para darlos a los bancos de alimentos y a los diferentes programas de asistencia que tienen.

Ahora resulta que Argentina está comprando soya norteamericana en lugar de comprársela a su vecino Brasil, porque sale más barata con el subsidio y, como dice la columnista Bárbara Anderson, se puede dar la circunstancia de que la soya de Iowa termine finalmente en China, pero bajando de un barco argentino.

Si esta guerra de aranceles sigue, habrá millones de campesinos en todo el mundo que tendrán problemas para salir adelante si sus gobiernos no atienden de inmediato la problemática que se les está presentando.

Por eso que nosotros creemos que buscar la suficiencia y soberanía alimentaria se convierte en uno de los temas urgentes para la administración que empezó el primero de diciembre en nuestro país, el reto es que logre al final del sexenio la autosuficiencia alimentaria 2019-2024. Pero estimado lector usted tiene la mejor opinión. Las opiniones vertidas en nuestra editorial de Alerta Agropecuaria son responsabilidad exclusiva del autor, CONÉCTATE con nosotros, hasta la próxima! Soy tu amigo catarino_mg@hotmail.com