/ sábado 22 de diciembre de 2018

PALABRAS

“LAS DESAVENENCIAS Y ODIOS ENTRE FAMILIARES POR DINERO”

Es bien triste saber que determinadas familias se han dividido por el reconcentrado odio por las concebidas herencias que no fueron debidamente estipuladas por medio de un testamento y a la mera hora de la repartición unos se fueron a la finta y se quedaron con lo mejor y lo más valioso y por consiguiente viene de insofacto la separación mortal entre los familiares que claman que fueron robados por los vivales que se pusieron más cerca de la billetiza.

Y como comprenderás querido lector, las desavenencias entre familiares, puede cundir de la separación emotiva, a la separación por acusaciones ante los tribunales por abuso de posesión de determinadas cuentas bancarias, por disposición del efectivo que había en la caja del difuntito. Por consiguiente estoy hablando de las disputas entre hermanos que antes se amaban y se querían por afecto, y ahora son señalados enemigos ante la sociedad que los conocían por su extremada unión cuando vivían su padre y su madre, pero ahora son enemigos irreconciliables.

Las disputas por el dinero, por el poder, por la posesión de bienes materiales supera en infinito el odio, las blasfemias de hermanos contras hermanos, son escenas bien tristes, cuando el demonio interfiere entre hermanos, entre familia. Se llegan a desaparecer los parentescos, se llegan a insultar con palabras altisonantes, aún delante de los jueces, en los juzgados en donde se llevan los juicios por las cuentas bancarias, por los inmuebles, por los ranchos, por las granjas porcícolas, por los estacionamientos, por las cientos de propiedades que los difuntos hicieron con esfuerzo y con honestidad.

De manera que el punto a tratar el día de hoy, nuestro tema toca la terrible adversidad que pulula entre los miembros de una familia conocida y reconocida entre los núcleos de nuestra sociedad. Aquí se acabó el parentesco, oí decir a una viuda a sus cuñados, y se sentó con todito lo que el difuntito logro con trabajo y honradez, ante el juez que lleva la causa de acusación y malversación de los bienes. Total pareciera que la vida, es para siempre, pero hay justicia divina, diría yo, ante Dios tendrán que responder de su abuso y de su merecido castigo por la avaricia, por la injusticia que hacen con los familiares directos del muertito.

Total mientras viva gozará de lo que malamente, les robo a sus herederos legales y justicia divina será la que intervenga, tarde que temprano pagarán con el desprecio y el olvido de una hermandad que antes era admirable, pero con el robo y el abuso se acabó la parentela.

Por eso es bueno tener orden de nuestros bienes para que el día que fallezcamos nuestros hijos, hermanos, padres, tíos, y demás se sientan con los derechos de adquirir la consabida herencia. Y ahora te comentare querido lector, que fui a un funeral en donde juntaron varias personas que siguen peleando su parte de la herencia.

Por lo que un juez tendrá que cavilar, mucho para repartir la herencia con justicia y con honestidad, pues la muerte viene a separar a familias que antes se querían mucho y estaban muy unidas, pero el maldito dinero y el demonio mete la cizaña entre amores puros desde el nacimiento hasta lograr su separación. Evitemos que pase esto entre nuestras queridas familias. Les deseo que pasen una muy Feliz Navidad y un próspero Año Nuevo.


“LAS DESAVENENCIAS Y ODIOS ENTRE FAMILIARES POR DINERO”

Es bien triste saber que determinadas familias se han dividido por el reconcentrado odio por las concebidas herencias que no fueron debidamente estipuladas por medio de un testamento y a la mera hora de la repartición unos se fueron a la finta y se quedaron con lo mejor y lo más valioso y por consiguiente viene de insofacto la separación mortal entre los familiares que claman que fueron robados por los vivales que se pusieron más cerca de la billetiza.

Y como comprenderás querido lector, las desavenencias entre familiares, puede cundir de la separación emotiva, a la separación por acusaciones ante los tribunales por abuso de posesión de determinadas cuentas bancarias, por disposición del efectivo que había en la caja del difuntito. Por consiguiente estoy hablando de las disputas entre hermanos que antes se amaban y se querían por afecto, y ahora son señalados enemigos ante la sociedad que los conocían por su extremada unión cuando vivían su padre y su madre, pero ahora son enemigos irreconciliables.

Las disputas por el dinero, por el poder, por la posesión de bienes materiales supera en infinito el odio, las blasfemias de hermanos contras hermanos, son escenas bien tristes, cuando el demonio interfiere entre hermanos, entre familia. Se llegan a desaparecer los parentescos, se llegan a insultar con palabras altisonantes, aún delante de los jueces, en los juzgados en donde se llevan los juicios por las cuentas bancarias, por los inmuebles, por los ranchos, por las granjas porcícolas, por los estacionamientos, por las cientos de propiedades que los difuntos hicieron con esfuerzo y con honestidad.

De manera que el punto a tratar el día de hoy, nuestro tema toca la terrible adversidad que pulula entre los miembros de una familia conocida y reconocida entre los núcleos de nuestra sociedad. Aquí se acabó el parentesco, oí decir a una viuda a sus cuñados, y se sentó con todito lo que el difuntito logro con trabajo y honradez, ante el juez que lleva la causa de acusación y malversación de los bienes. Total pareciera que la vida, es para siempre, pero hay justicia divina, diría yo, ante Dios tendrán que responder de su abuso y de su merecido castigo por la avaricia, por la injusticia que hacen con los familiares directos del muertito.

Total mientras viva gozará de lo que malamente, les robo a sus herederos legales y justicia divina será la que intervenga, tarde que temprano pagarán con el desprecio y el olvido de una hermandad que antes era admirable, pero con el robo y el abuso se acabó la parentela.

Por eso es bueno tener orden de nuestros bienes para que el día que fallezcamos nuestros hijos, hermanos, padres, tíos, y demás se sientan con los derechos de adquirir la consabida herencia. Y ahora te comentare querido lector, que fui a un funeral en donde juntaron varias personas que siguen peleando su parte de la herencia.

Por lo que un juez tendrá que cavilar, mucho para repartir la herencia con justicia y con honestidad, pues la muerte viene a separar a familias que antes se querían mucho y estaban muy unidas, pero el maldito dinero y el demonio mete la cizaña entre amores puros desde el nacimiento hasta lograr su separación. Evitemos que pase esto entre nuestras queridas familias. Les deseo que pasen una muy Feliz Navidad y un próspero Año Nuevo.


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