En la Parroquia del Espíritu Santo, mañana martes 15 de agosto, se llevará a cabo, como cada año, la solemne misa en honor a la Santísima Virgen de San Juan de los Lagos.
➡ Suscríbete a nuestra edición digital
Toda la comunidad católica está cordialmente invitada a asistir a la emotiva ceremonia que año con año se realiza en este santo recinto, en honor a esta milagrosa virgen, cuya imagen original se encuentra en la Catedral Basílica de Nuestra Señora de San Juan de los Lagos.
En la parroquia del Espíritu Santo se encuentra una replica de la virgen la cual fue donada por feligreses.
La virgen original tiene más de 400 años de antigüedad y se calcula que es visitada por entre 8 y 9 millones de peregrinos durante todo el año, que llegan de toda la República Mexicana, Estados Unidos, América Latina e incluso de Europa.
La sagrada imagen es la segunda más visitada en México, después de la Virgen de Guadalupe y se tiene estima que un promedio de dos millones de personas la visitan durante la fiesta de “La Candelaria” que es el dos de febrero de cada año.
Lee también: Zona Rock Festeja 15 años
La historia de la Virgen de San Juan de los Lagos data de 1530 cuando Fray Antonio de Segovia el primer evangelizador del lugar dejó una pequeña imagen de la Inmaculada Concepción de María elaborada en caña de maíz por manos artesanales de indígenas del estado de Michoacán, pero no es hasta 1623, cuando la fama de la Virgen empieza a trascender con una serie de milagros atribuidos a su intercesión.
El primer milagro de la Virgen fue ese mismo año, cuando una niña trapecista de aproximadamente 7 años proveniente de una familia cirquera de San Luis Potosí llegó al pueblo y durante un ensayó cayó sobre una cama de dagas y fue declarada muerta.
Se dice que poco antes del entierro de la niña, Ana Lucía una indígena, esposa de Pedro Andrés, que se encargaba de cuidar la pequeña capilla, al ver el dolor de los padres de la niña pidió llevar a una pequeña imagen que ella llamaba “La Cihualpilli” (que significa La Gran Señora), diciendo que era milagrosa.
En varias ocasiones la imagen cambiaba de lugar, de la sacristía al altar y en el transcurso de la noche cambiaba de lugar en repetidas ocasiones y según las narraciones, la colocó en el pecho de la pequeña y volvió a la vida.