Con el mejor de los éxitos se llevo a cabo la edición 32 del Día del Basquetbolista, llegando más de medio centenar de practicantes de este deporte a las instalaciones del Gimnasio Municipal, para formar parte de los diferentes compromisos que se realizaron, todos dando su mejor esfuerzo, recordando sus momentos de brillo hace algunos años.
Irapuato ha sido cuna de grandes jugadores de basquetbol por muchas generaciones, deportistas que pusieron en alto el nombre de la ciudad al ganar con mérito propio, el derecho a representar a la ciudad y al estado en diferentes eventos nacionales.
Mucha historias de éxito con los basquetbolistas de Irapuato, quienes hace más de tres décadas decidieron festejar su día con un evento que incluyera actividades deportivas y de convivencia, mismo que año con año se ha realizado, a excepción del anterior, ya que la pandemia lo impidió.
Pero con renovador bríos y llenos e ilusiones por volver a reunirse con amigos, se formo un comité organizador con personas como Fernando Fernández, Martín Valtierra, Alfonso Mendoza, Mario Zaragoza, Guillermo Aguilar, entre muchos otros, quienes tuvieron todo listo para la celebración.
Un día antes del evento deportivo se realizó la Misa de Acción de Gracias en el Templo de Alma Mater, para que el sábado desde las 11 de la mañana, el Gimnasio Municipal abriera sus puertas para recibir a jugadores de diferentes generaciones, quienes se reportaron listos para los duelos amistosos.
Se contó con la presencia de varias figuras del basquetbol que acudieron para disfrutar de los duelos entre ellos Martín ´´Polaco´´ Cortes, que es un hombre con gran historia en este deporte, como muchas otras personas que brillaron en las canchas no solamente en el estado, a nivel nacional.
Hay que destacar la gran participación de las damas, también muchas jugadoras se dieron cita en el Gimnasio Municipal y formaron parte de los encuentros, llegando a su fin a partir de las dos de la tarde, trasladándose todos a la barda de Mario Zaragoza para disfrutar del convivió.
Una celebración que se prolongó por varias horas en las que compartieron el pan y la sal, mostrando su agradecimiento por poder disfrutar de una edición más del Día del Basquetbolista, en la que no faltaron las múltiples anécdotas que tuvieron a lo largo de los años y las siguen viviendo.