Con tres cuartos del aforo permitido por la contingencia del covit 19 y con tarde soleada y mucho viento, se dio el segundo festejo denominado “Mexico busca un torero” estando en colgados en el cartel Fermín Rivera, Juan Pablo Sánchez, Luis David Adame, Gerardo Rivera, José María Macías y Pepe Nava, quienes lidiaron un bien presentado encierro de Xajay, al que pudieron haber desorejado completo. El triunfador fue Sánchez que cortó 2 orejas, mientras que Fermín, Luis David y Pepe cortaron un apéndice, Gerardo dio vuelta y Macías tuvo palmas.
A estas alturas los certámenes que ETMSA ha organizado para darle oportunidad a muchos toreros de los considerados modestos, van teniendo mucho éxito, tal y como viene sucediendo en León, pues al ir intercalados los dichos diestros con toreros de la primera línea y figuras mexicanas, se subliman y salen a jugarse el pellejo buscando cumplir su sueño de un día figurar en los grandes carteles y plazas de primera categoría.
Esta vez los tlaxcaltecas José María Macías y Pepe Nava, no se achicopalaron por la jerarquía de sus alternantes y por el contrario no desentonaron en nada, aunque por momentos dejaron su falta de serenidad ante los toros, pero fue más por sus ansias de agradar y triunfar en grande que por falta de conocimientos. Ambos diestros tienen mucha clase y arte, habiendo gustado a los aficionados leoneses, que con gusto volverían a los tendidos para verlos ya vestidos de luces, pero es importante que los manejadores de estos toreros les ayuden a pulir un poco más su técnica y a encontrar un estilo propio para no parecerse a nadie.
De los matadores consagrados, destacaron Fermín Rivera, Juan Pablo Sánchez y Luis David Adame, siendo la faena de éste último la mejor realizada, y es que tiene un sitio, un arte y unas maneras de interpretar el toreo muy propias, además que es de los toreros que conectan muy pronto y fácil con los tendidos, habiendo cortado una oreja meritoria. Sin embargo el que salió a hombros de la plaza con 2 orejas fue Juan Pablo, espada que al paso del tiempo ha pulido sus maneras de torear y esta vez coronó su faena con un estoconazo que le valió el triunfo. Fermín también dejó plasmados en la arena momentos muy artísticos y toreros, aunque su toro no era de dulce, pero con su vasta experiencia le dio la lidia requerida y se lo premiaron con una oreja. El que desentonó un poco fue Gerardo Rivera pues pese a dejar buen sabor en La México en temporadas pasadas, ayer salió pasado de kilos y muy atropellado, dando la impresión que dejó ir el triunfo grande con el buen toro que le tocó y al que premiaron con arrastre lento, tal vez cuando toree más sereno y se reponga de su mano derecha, las cosas le rueden mejor porque la gente lo hizo dar vuelta al ruedo para aplaudirlo.