Habrá festejó para algunos papás, otros verán pasar desapercibida la fecha

Hay papás rodeados por el cariño de sus hijos, otros viven en el olvido

Alejandro Vizcaíno | El Sol de Salamanca

  · viernes 14 de junio de 2019

Ángel Andrade Zárate no espera recibir un regalo el “Día del Padre”, para este hombre que se aproxima a los 90 años de edad. / Foto: Alejandro Vizcaíno / El Sol de Salamanca

Ángel Andrade Zárate no espera recibir un regalo el “Día del Padre”, para este hombre que se aproxima a los 90 años de edad, la fecha provoca sentimientos encontrados, sus dos hijos varones hace muchos años lo abandonaron, se fueron a Estados Unidos y no cumplieron la promesa de regresar ni de mandarle ayuda económica, lo dejaron en el olvido, pero la vida le dio una hija de crianza que siempre ha estado a su lado.

Foto: Alejandro Vizcaíno / El Sol de Salamanca

“Don Ángel” como lo conoce la gente, vive de pedir caridad en la vía pública, el paso del tiempo le ha cobrado factura, sus piernas han perdido la fuerza, apoyado en un bastón camina con dificultad hasta llegar a las puertas de una iglesia, ahí permanece sentado y mientras espera que le den una moneda sus ojos se llenan de lágrimas al recordar a Juan y a Pedro, sus dos hijos.

“Hace ya tanto que ni se cuánto tiempo pasó de que se fueron, dijeron que iban a venir y me cansé de esperarlos, nunca supe a que parte del otro lado se fueron, la gente me decía que fuera a buscarlos, pero me quedé aquí y encontré una mujer que me dio una hija de crianza, no lleva mi sangre, pero es mija”…

A pesar de que sus hijos lo abandonaron, Don Ángel ha conservado la dicha de ser padre, mientras tuvo fuerzas trabajó como obrero para darle un hogar, darle cariño, darle protección y el cobijo paterno a “More”, la hija que no lleva su sangre, pero que ha sido el mejor regalo que la vida le ha dado.

Foto: Alejandro Vizcaíno / El Sol de Salamanca

Contrario al sentimiento de tristeza y desilusión que le provoca el recuerdo de sus dos hijos, Don Ángel deja escapar lágrimas de felicidad al hablar de su hija More, con quien comparte un amor más fuerte que el lazo de la sangre.

En el ocaso de su vida, Don Ángel enfrenta una situación económica complicada y este “Día del Padre” no espera recibir un regalo, agradece a Dios y a la vida la oportunidad de compartir un día más con su mujer y su hija More.

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