Desde hace mes y medio habitantes de la comunidad El Guayabo carecen del servicio de agua potable luego de que la bomba del pozo que abastece de líquido a los pobladores sufrió una descompostura, así lo manifestaron los afectados quienes agregaron que es complicado reparar el daño ya que tiene un costo de 250 mil pesos.
Enrique Mosqueda, habitante de El Guayabo quien es propietario de 50 cabezas de ganado ovino y 12 de res dijo que el agua potable es de vital importancia para las actividades cotidianas que se realizan en la comunidad, tales como disponer de líquido para beber, hacer labores domésticas, riego de las tierras de cultivo y la más importante mantener hidratadas a las cabezas de ganado.
“Ahorita no tenemos agua, el problema tiene mas de mes y medio, el pozo se descompuso y no hay recursos y ahorita lo más inestable es el agua, es necesaria para tomar y para las labores de la casa, pero no hay dinero, creo que sale en 250 mil pesos la compostura del pozo, se descompuso la bomba”.
De igual forma, los afectados señalaron que ante la carencia de agua potable en la comunidad han optado por la compra del líquido que es trasladado a través de pipas y que representa un gasto de 380 pesos cada tercer día por vivienda, ya que el líquido es muy demandado por las diversas actividades que realizan los habitantes del poblado.
“Estamos comprando pipas, si se fijan por aquí hay un pasadero de pipas, una pipa sale en 380 pesos y no nos conviene por lo que nos dura, el barril de 200 litros está en 60 pesos, necesitamos hacer comida lavar ropa y es un gasto muy duro”.
Por último, los habitantes manifestaron que asaltos de los llamados “motorratones” son constantes en las vialidades de la comunidad, generalmente cuando los habitantes abandonan sus domicilios para acudir a sus trabajos y son abordados por los delincuentes quienes a punta de pistola los despojan de sus pertenencias.
“La seguridad también es importante, porque hay robos, ya no puede salir uno bien porque de volada te salen en motos y te quitan lo que traes, las muchachas que van a trabajar se levantan temprano a las siete y es un horario donde las asaltan les quitan sus bolsas y sus telefonos”.