GUANAJUATO, Gto.- Miles de personas se dieron cita para disfrutar de las diferentes actividades que inauguraron la quinta edición del Festival del Día de Muertos que se celebra en Guanajuato capital.
En punto de las seis de la tarde, la Presa de la Olla se llenó de música y alegría para presentar a la tradicional Guelaguetza, pues este año el estado de Oaxaca es el invitado especial.
En el escenario que se colocó en las inmediaciones de la propia presa, se presentaron los bailes folkóricos típicos de la tradición oaxaqueña, y también hicieron presencia las chinas oaxaqueñas, quienes visten de luto para mostrar respeto por el alma en pena que sigue vagando.
A las ocho de la noche, se inauguró, de manera oficial el festival, con la proyección de un mapping holográfico, que se visualizó en una cortina de agua. La temática fue contar varias de las leyendas de Guanajuato.
Posteriormente, ya en la subterránea en el corazón de la ciudad, las autoridades locales, junto con los invitados especiales, hicieron un recorrido en el túnel de tradición donde apreciaron la exposición de calaveras de alfeñique, el corazón del amor adornado a las fechas alusivas, además de las ofrendas que se colocaron y tapetes de la muerte.
Además, aprovecharon a disfrutar y conocer los diferentes productos de comida, artesanía y espectáculos musicales, que permanecerán en la subterránea hasta el cinco de noviembre.
En entrevista, el director de Cultura y Educación, Jesús Antonio Borja Pérez, comentó que uno de los objetivos del festival es promocionar el desarrollo económico y turístico de la ciudad, sin embargo, lo más importante es preservar las culturas y tradiciones de México.
“Si recuerdan todo este asunto de la muerte en Guanajuato lo iniciaron los juglares, hace 48 años, luego fue muerte en cartera que lleva 28 años, luego sigue la ofrenda de la UG con 22 años, el tapete de la muerte con 16 años, y ahora el festival con cinco años”, detalló.
Calles abarrotadas
El festival del Día de Muertos generó un lleno total en la ciudad capital, que desde muy temprano el día dos de noviembre, el caos vial fue evidente, haciendo imposible transitar fluidamente en el primer cuadro de la ciudad.