Aguantó el confinamiento con su “guardadito”

Irma Vázquez fue testigo de algunos otros comerciantes que perdieron el local de su negocio

Karla Aguilera | El Sol de Irapuato

  · lunes 8 de junio de 2020

Fotos: Víctor Cruz | El Sol de Irapuato

Durante dos meses, la comerciante Irma Vázquez Navarro mantuvo su negocio cerrado, y aunque tampoco vendió a través de internet, tuvo el apoyo de su familia para salir adelante y mantenerse al corriente de los pagos para conservar el local, y así, uno perderlo en plena pandemia.

Irma Vázquez Navarro es propietaria desde hace años de un negocio de instrumentos musicales, el cual es popular entre los músicos irapuatenses y desde siempre recibió clientes todos los días, por lo que sus ventas eran buenas; sin embargo, a finales de marzo fue declarada la contingencia sanitaria y las autoridades obligaron a Irma a cerrar su comercio.



Las cortinas de su local estuvieron abajo durante dos meses, dos meses que para Irma fueron muy complicados, pues la comerciante decidió no vender sus productos por internet como la mayoría de las personas han comenzado a hacerle, sino que prefirió subsistir con los ahorros que tenía y con el apoyo de su familia, para así poder cumplir con el confinamiento en casa.

A pesar de su negocio estaba cerrado y que las autoridades se comprometieron a vigilar la zona centro, Irma salia a la calle de vez en cuando para visitar su negocio y procurar que este estuviera en buenas condiciones, pues persistía la preocupación de que este sea objeto de robo o vandalismo; sin embargo, durante esas ocho semanas no sucedió.


Foto: Víctor Cruz | El Sol de Irapuato

Al no tener ventas durante ese tiempo ni ningún otro recurso extra, la comerciante solicitó prorroga en el pago de renta y servicios al dueño del local, quien por fortuna le extendió el limite de pago, pues con tristeza Irma pudo ver que otros comerciantes de la zona no corrieron con la misma suerte y perdieron sus locales.

Finalmente, las autoridades permitieron que Irma y el resto de los locales de la zona pudieran abrir sus comercios a partir del lunes pasado, siempre y cuando cumplieran con las medidas sanitarias, medidas que la comerciante ha acatado y seguido para no volver a bajar sus cortinas.

Las pérdidas son incalculables, porque se tiene que pagar renta, sueldo y demás, fue muy difícil para todos en general, porque los proveedores no esperan y las personas que nos hacen favor de rentarnos el local tampoco, algunos hemos podido prorrogar, pero algunos vecinos no pudieron y no los dejaron, los gastos no esperan.

Irma Vázquez Navarro, comerciante