Los tamales son un platillo típico en todo el país y aunque todo el año es temporada de comer un buen tamal, el dos de febrero se ha convertido en fecha tradicional para comerlos, pues quien encontró al niño Dios en la rosca de reyes, deberá dar tamales a todos el Día de la Candelaria.
Arturo Hernández García ha dedicado gran parte de su vida a la preparación de este delicioso alimento, no por nada es apodado “El Rey del Tamal”, nombre que actualmente lleva también su negocio ubicado sobre avenida Guerrero, frente al cruce con calle Bolívar.
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La receta familiar que Arturo utiliza cuenta con más de 50 años, su abuela la heredó a sus hijos, su tía que también se dedica a la venta de tamales fue quien le enseñó a prepararlos.
“Los tamales de cacahuate son los que preparaba mi abuela hace tanto tiempo, toda la preparación es y ha sido artesanal, aunque anteriormente era mucho más laborioso, mi abuela molía todo en el metate, ahora se utiliza el molino”.
Arturo recordó que hace aproximadamente 35 años fue cuando todo inició. Él era un estudiante del nivel medio superior y su familia se encontraba en una mala temporada en cuanto al ingreso económico, pues solo era su madre quien daba sustento a ocho hermanos. Fue entonces que tuvo que tomar la difícil decisión de abandonar temporalmente la escuela para dedicarse a la venta de tamales.
“El negocio siempre ha sido familiar, en casa sabían todos preparar tamales y fue así que decidí que eso me ayudaría a seguir estudiando y llevar algo de dinero a la casa”.
La avenida Guerrero vio crecer el negocio de Arturo, quien empezó entre mediados y finales de los años 80, vendiendo en un puesto ambulante frente a la hoy desaparecida tienda Blanco; su espacio se fue recorriendo, hasta que pudo tener un local para ofrecer un mejor servicio a los irapuatenses, que a lo largo de su historia se han vuelto fieles clientes y hasta amigos.
“Cuando inicié había dos niños, amigos de la escuela que me ayudaban a acarrear las ollas y todo lo que necesitaba, puedo recordar que inicié con unas ollas prestadas, con el tiempo pude comprar las propias y luego más para la gente que venía a hacerme pedidos”.
Actualmente “El Rey del Tamal” tiene largas jornadas de trabajo, pues el negocio se encuentra abierto desde las siete de la mañana diariamente, a veces ya hay antes de esa hora gente esperando que llegue.
Pero su jornada de trabajo inicia mucho antes, pues a esa hora debe tener ya listos algunos tamales, pero la preparación toma alrededor de tres horas, por lo que cada día debe madrugar; su horario de trabajo finaliza a las 10 de la noche, ese esfuerzo ha permitido que Arturo pueda salir adelante y sacar adelante a los suyos.
En el menú se encuentran tamales rojos, verdes, de rajas, los tradicionales de cacahuate y los tamales dulces de piña y fresa, los clientes aseguran que estos son tan buenos, que cada que acuden no pueden probar solo uno.
“Ni el sabor ni la calidad ha cambiado, probar un tamal me trae recuerdos de cuando era más joven y mi madre llevaba tamales que le compraba a El Rey del Tamal”, relató una mujer que se dijo fiel cliente del establecimiento.
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