Las casillas electorales fueron adaptadas para facilitar el acceso a personas con distintos tipos de discapacidad.
En los distintos inmuebles fue vigilado que hubiera fácil accesibilidad, en caso se que no hubiera rampas, funcionarios de casilla dieron apoyo a la gente para su ingreso.
Las casillas fueron adaptadas a una altura adecuada para que emitieran su voto personas que hacen uso de silla de ruedas y personas de talla baja.
También se incluyeron plantillas en braille para facilitar el proceso para personas con discapacidades visuales y mantener su voto secreto, las mismas son desinfectadas después de cada uso como medida sanitaria obligatoria por la contingencia.
En las casillas que hubo filas se dio prioridad no solo a personas con capacidades diferentes sino que también a embarazadas, y adultos mayores, quienes hicieron una fila aparte.