Crece fe por San Judas Tadeo en Irapuato

Irapuatenses católicos están de manteles largos este viernes, pues se celebra a San Judas Tadeo, santo de las causas difíciles o imposibles, en quien ha aumentado la fe después de estos últimos años tras contingencia sanitaria y otros problemas derivados de la misma.

Los devotos comenzaron con los preparativos desde el pasado 19 de octubre, varios hogares estaban listos para empezar con el novenario para San Judas Tadeo.

Agradecen a San Judas Tadeo y realizan novenarios y una gran fiesta.

“San Judas Tadeo fue generoso, como todo santo está más cerca de Dios, pero también cerca de nosotros, él intercede para que nuestro señor escuche nuestras plegarias, y por eso le estamos por siempre agradecidos”.

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Fe a San Judas Tadeo une a irapuatenses

Es cada vez más visto en colonias y comunidades el festejo a San Judas Tadeo, familias juntan recurso obtenido de sus empleos y en ocasiones con la cooperación de otros vecinos para hacer comida y repartir a todo el que se acerque el 28 de octubre.

“La fe nos une a toda la gente sin distinguir raza, condición económica ni nada, por eso cada año quien quiera venir, sea conocido o no tiene las puertas abiertas”.

Cada año, en Irapuato, murales, altares e imágenes llaman la atención de propios y extraños, con flores, luces y papel picado de colores amarillo y verde adornan calles, sobre todo en colonias populares. Al templo de San Judas Tadeo llegan familias con ofrendas florales y veladoras en agradecimiento por un año mas de vida.

Un milagro de vida

Si bien, San Judas Tadeo es principalmente socorrido por personas que buscan trabajo u hogar, también se ha convertido en el santo a quien se le pide por enfermos de gravedad.

Claudia Castillo, quien a la edad de 49 años sufrió un derrame cerebral, hace aproximadamente tres meses, hoy se encuentra en recuperación, esto después de que los médicos la desahuciaron por su padecimiento.

“Los médicos dijeron, ya no podemos hacer más, que si sobrevivía no podría hablar, ni comer, ni caminar, yo ya no podía hacer nada sino poner todo en manos de Dios, y así fue que me encomendé a San Judas Tadeo”, comentó Barbarita Mendez, madre de Claudia.

Tras pasar muchos días en coma, Claudia despertó y con rehabilitación logró volver a caminar y también puede hablar, sus familiares lo consideran un milagro, el milagro que los médicos les dijeron necesitarían para poder volver a ver de pie a Claudia.

“Algunas palabras no las puede decir todavía, pero aquí está con nosotros, Dios le dio otra oportunidad y se aferró a ella”.

Claudia tiene programada una segunda operación, con la que espera poder recuperar la vista del ojo izquierdo, del cual quedó ciega como secuela del derrame que sufrió.

“A San Judas le pedí lo mejor, Dios ha sido buenísimo conmigo”, dijo Claudia.

Ahora Claudia, su madre Barbarita, su hija que lleva el mismo nombre y sus dos nietos agradecerán a San Judas Tadeo su intercesión por la salud de Claudia y cada año harán rezos, que si bien ya realizaban en casa hace décadas, ahora lo harán con más fe y amor a Dios.

“Le dije no te dejo de hacer tus novenarios por favor ayúdame y aquí vamos a hacerlo mientras tengamos vida”.

Irapuato es reconocido por la fe a San Judas Tadeo

Josefina Zetina Perez, de 62 años, es originaria de Michoacán, se dio cuenta al llegar a tierras irapuatenses del tamaño de la fe de los habitantes por San Judas Tadeo, sus dos hijos, quienes por trabajo tuvieron que cambiar su domicilio a Irapuato empezaron a encomendarse al santo de las causas difíciles, ella, al conocer un poco más de él, comenzó su devoción, ahora organiza el rezo más grande de la calle San Judas Tadeo, en la colonia Rinconada de los Fresnos.

“Cuando yo llegué a Irapuato empecé a vender huarachitos y me encomendé a San Judas Tadeo, para que Dios me ayudara y me fuera bien, y así fue, de todo lo que trabajé en el año iba apartando un poco y un poco para poder hacer ahora su fiesta en agradecimiento, y dar un poco a otros de todo lo que él me permitió tener”.

Cada tarde, por los nueve días anteriores a la fiesta, sacó su imagen de San Judas Tadeo y vecinos acudieron a rezar con ella, el espacio de la cochera, el cual es compartido con su vecina, luce arreglado con flores, plantas y telas de colores que visten el escenario en el que la imagen es colocada para el novenario.

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“Me siento feliz de que la gente tenga un poquito de su tiempo para detenerse a hacer una oración, y así nuestro padre Dios nos escuche a todos”.

A lo largo de mi vida he conocido tantos milagros que Dios ha concedido después de encomendarse a algún santo, todos los católicos hablamos directamente con Dios, pero pedir a un santo es como tener un abogado, alguien en quien confiar para que nos acerque más a nuestro señor”.