Isabel Hernández García trabaja en su puesto de pequeñas quesadillas y gorditas de piloncillo, el cual se ha convertido en parte de la historia que esconden las calles de Irapuato.
➡ Suscríbete a nuestra edición digital
Ubicados en la calle Hidalgo, Isabel tiene ya desde hace más de 20 años trabajando; sin embargo, contó que este negocio tiene más de 90 años, ya que comenzó con su bisabuela y se ha heredado de generación en generación.
“Yo soy la cuarta generación de nuestro negocio, tengo acompañando a mi mamá alrededor de 22 años, quien inició fue mi bisabuela y ya tenemos 94 años, aproximadamente, siendo comerciantes y la verdad me gusta mucho trabajar en esto, porque he conocido a muchas personas muy agradables y el comercio en sí es muy bonito”.
Comentó que su menú era de quesadillas pequeñas y gorditas dulces, que por cuestión del tamaño se venden por pieza, la receta ha cautivado a los paladares de irapuatenses y uno que otro visitante que ha recorrido las calles de los barrios tradicionales de la ciudad.
“Preparamos quesadillas fritas rellenas de queso con chile y gorditas con piloncillo con canela, las vendemos por pieza a dos pesos cada una, ya la gente es quien decide cuántas quiere y puede comer; el prepararlas es realmente rápido, me tardo más o menos en hacer la masa 15 minutos, más el tiempo que se tardan en freír de cinco a 10 minutos”.
Narró que su madre fue quien le mostró cómo preparar estos platillos desde que era pequeña, pero fue hasta la adolescencia cuando comenzó a ayudarla en el negocio, la receta, el sitio donde siempre las han vendido, pero sobre todo la atención que dan a quien acude con ellas se ha convertido en su herencia la cual espera dure muchas generaciones más.
“Mi mamá fue quien me enseñó a cocinar, desde que tenía ocho años venía a ver cómo preparaba la masa para ambos platillos, como prendía el carbón y cuánto tiempo tenía que dejar en el aceite la comida, fue hasta los 10 años que ya sabía cocinar, aunque a esa edad solo iba a acompañarla para que no estuviera sola, empecé a trabajar ya más grande”.
María Isabel está todos los días del año, desde las 10 de la mañana hasta las nueve de la noche y donde podrán probar estos dos alimentos que ya son parte de la tradición irapuatense.
”Les prometo que si no han probado nuestra comida cuando lo hagan quedarán encantados”, aseguró.