La Gran Feria de las Fresas resultó ser un fracaso, pues no fue lo que se esperaba; incluso, ha sido catalogada como una de las peores ediciones de los últimos años.
Al menos ese es el sentir de los expositores y comerciantes que durante 17 días participaron en la feria irapuatense y donde algunos, con muchos apuros, apenas si sacaron para poder comer y asegurar su estancia en el municipio, mientras duraba el evento.
La Gran Feria de las Fresas no fue tan grande como se dijo que sería. De acuerdo con las estimaciones de los comerciantes y expositores de la feria, de los 17 días que duró, en sólo seis hubo una afluencia considerable de personas, mientras que el resto de los días el recinto ferial lució prácticamente solo.
Katia Velázquez Martínez, originaria de la Ciudad de México y trabajadora de uno de los puestos de comida que hubo en la feria, aseguró que la edición que terminó de la Gran Feria de las Fresas fue una de las peores que le ha tocado atestiguar en los seis años que tiene viniendo a Irapuato para este evento.
“Llevamos seis o siete años viniendo y éste es el peor año, a la mayoría de la gente uno le pregunta y puede decir que es por el precio de la entrada, ahora está más cara y aún sabiendo de que no había mucha gente o afluencia, se atreven todavía a cobrar costos elevados.
“Si la feria de León, que es una feria grande y de mucha afluencia, abrieron sus taquillas toda una semana gratis al publico, aquí no sé por qué, pues no hemos vendido nada; pasas a los restaurantes, negocios y adentro de las naves y hay gente que no ha vendido nada y aun así ya estamos por terminar y no quieren abrir las entradas gratuitas al público”, dijo la comerciante, quien fue entrevistada el viernes 29 de marzo, dos días antes de concluir la feria.
Katia es una de las comerciantes que advierten que no regersarían el año entrante, pues no sólo la falta de gente les afectó, sino que también les aumentaron el costo de la renta de los lugares, pese a que se sabe que no es una feria de tradición o de grandes afluencias, como la de León, Aguascalientes e incluso la de Querétaro.
“Yo no regresaría el próximo año, primero por el costo, el costo para los stands fueron al doble, luego las entradas caras y aun así nosotros tratamos de hablar con los organizadores y no nos dan ninguna respuesta, todo nos afecta a nosotros”.
Feria sin gente
Fue una feria desangelada. Bastaba con recorrer los pasillos de los dos pabellones de expositores para ver caras largas, bostezos entre comerciantes y donde el celular fue el compañero infalible que sólo veían cómo pocas personas apenas si entraban a los pabellones y pocos, muy pocos compraban algo a los expositores.
Saraí Soria González es originaria de Dolores Hidalgo y trabajó durante la feria en uno de los locales del pabellón Marca GTO; si por ella fuera, no regresaba a Irapuato, pues no fue lo que les dijeron que sería la feria.
“Así como nos la platicaron el año pasado, nos dijeron que había mucha gente, tanto en los juegos, como en los pabellones y ahorita esta solisimo, no hay mucha gente”, dijo la mujer, quien también fue entrevistada el pasado 29 de marzo.
La peor feria
Pedro Valery es otro de los comerciantes que estuvo en los stands del pabellón de Marca GTO y aunque era el tercer año que asistía, está analizando seriamente en venir el año entrante, dado que no asistió la gente que les fue prometida a los expositores.
“Ha venido mucha gente, pero muchos son mirones y no les gusta probar el producto, pero no es sólo mi caso, es el caso de muchos compañeros emprendedores, porque de hecho el Gobierno del Estado ha hecho un esfuerzo impresionante en traer el pabellón para la feria, pero digamos que el patronato ha hecho lo que mejor le ha parecido”, dijo el comerciante de origen venezolano.
No todo es Teatro del Pueblo
El alto costo de la entrada, pues este año fue aumentado a 50 pesos el acceso, los pocos atractivos, artistas de bajo nivel e incluso algunos que resultaron ser agrupaciones piratas, como la Sonora Dinamita o Los Terrícolas, fueron factor para que la gente no asistiera a la Gran Feria de las Fresas.
Pero para comerciantes como Margarito Mendoza Cárdenas, quien en la Gran Feria de las Fresas atendió un puesto de juegos de tiro al blanco, el éxito de la feria no debe basarse sólo en la gente que asiste al Teatro del Pueblo, sino en la satisfacción tanto de asistentes como de comerciantes.
“Cuando llegamos, nos dijeron que asistía mucha gente al Teatro del Pueblo, pero la feria no debe medirse por eso, si no, en ese caso que sólo hagan bailes y eventos y no vendan los stands, porque este año estuvieron carísimos los lugares, para lo solo que estuvo”.
Ni de panzazo pasa la feria
Comerciantes como Rogelio Salzar, quien es originario de Durango, la Gran Feria de las Fresas no fue tan grande como lo dice su nombre; incluso, en una calificación del 1 al 10, para él la Gran Feria de las Fresas apenas obtendría un 5.
“Es un gasto fuerte venir para acá, vemos que a la feria le hace más falta diversión, más atracciones, porque no hay mucho que ver, la organización al parecer es la misma y a uno se le hace cotidiano y no hay nada nuevo .
“Nosotros vamos a muchas ferias en todo el país y a esta, en una calificación del 1 al 10, apenas alcanza el cinco, el seis, cuando mucho”.
Mala organización
Para los comerciantes de la Gran Feria de las Fresas, los que deberían salir beneficiados por interesarse en invertir en este evento, la edición de este año careció de una organización que permitiera atender los errores desde los primeros días.
Por ejemplo, el acceso a la Gran Feria de las Fresas estaba bastante triste, no había, como en otras ocasiones, un acceso que diera la bienvenida a la feria, no había un mapa que permitiera ubicar los atractivos que este evento tenía y sólo eran unas barras metálicas donde a la gente le recogían el boleto, para poder entrar a una plancha de Inforum que lucía sola, sin atractivos o algún distintivo que resaltara la Gran Feria de las Fresas.
Pero el fracaso de la Gran Feria de las Fresas pudo verse también en el Palenque de la Feria, donde ninguno de los artistas presentados logró agotar las entradas. Ni Julión Álvarez, de quien en días previos a su presentación se había dicho que había agotado las entradas, pero el día del evento hubo asientos vacíos. Los organizadores del palenque dijeron que fue por seguridad, pero otras ocasiones ha habido hasta sobrecupo, como cuando en marzo de 2016 se presentó Marco Antonio Solís, precisamente en un palenque de la feria.
La Gran Feria de las Fresas tampoco estuvo exenta de hechos delictivos. Por ejemplo, a través de redes sociales, el usuario Hugo Ramírez denunció que le fue robada su camioneta en uno de los estacionamientos concesionados por la feria y que nadie se hizo responsable por este hecho.
Y la Gran Feria de las Fresas tampoco estuvo exenta de broncas, como la ocurrida durante la presentación en el Teatro del Pueblo de los Cardenales de Nuevo León el pasado viernes 29 de marzo, donde muchas personas abandonaron el recinto ferial por esta situación.
No se cumplen metas
Aunque la directora de la Gran Feria de las Fresas, Ana Brocado Andrade, había dicho que esperaban una asistencia de 300 mil personas para este evento, lo cierto es que esa cifra quedó lejos de la meta.
Con esto, la edición 2019 de la Gran Feria de las Fresas, la que se había prometido como la que sería la mejor de los últimos años, la que innovaría, la que presentaría espectáculos de primer mundo y la que no tendría cantantes de narcocorridos, pero que al final sí tuvo, como Alfredo Olivas en el palenque, quedó lejos de cumplir con las expectativas y más cerca de eso que se le llama fracaso.
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