Jesús Brilanti, un artista y docente talentoso

Jesús Brilanti Torres, es un artista y docente originario de la Ciudad de México, compartió su trayectoria dentro del mundo del arte y cómo descubrió sus dos vocaciones.

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Contó que como cualquier niño, le gustaba dibujar pero al contrario de las demás personas, él continuó explotando este interés, tomando clases “Creo que todas y todos los niños les gusta dibujar, pero al ir creciendo muchos deciden abandonarlo, pero yo nunca lo dejé; culpo dos factores por los que quise dedicarme a esto, el primero es que en la primaria donde estudié, los seis años recibí clases de dibujo con un salón específicamente para eso y un maestro especializado en la materia; el segundo factor es que mi papá le gustaba mucho el trabajo de un caricaturista mexicano llamado Eduardo del Río Rius, coleccionaba historietas de la familia Burrón, del Santos, Jis y trino, creo que tuvo mucho que ver y él fue la clave para que me enamorara de la ilustración”.

Narró que él quería estudiar Artes Plásticas en la Universidad Esmeralda pero al no haber podido quedar, decidió estudiar Diseño Gráfico además de varios talleres enfocados en cómo comprender el arte contemporáneo desde la gráfica, entre otros.

“Como carrera universitaria estudié Diseño Gráfico pero además he estudiado diversos cursos, como un taller de grabado en Centro Nacional de las Artes, estudié un curso de Comprender el Arte contemporáneo desde la gráfica, un curso taller con el profesor Charles Glaubitz de la Universidad de San Diego por medio del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), entre otros cursos”.

“Terminando la preparatoria quería estudiar artes plásticas, en ese tiempo mi papá se mudó a la Ciudad de México y quise estudiar en la Universidad Esmeralda pero es muy difícil entrar ahí, compite gente de todo el país e incluso del extranjero, no quedé y me desanimo un poco y fue cuando opté estudiar Diseño Gráfico”.

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Explicó la diferencia entre el arte y el diseño gráfico, siendo que una es una forma de plasmar lo que uno quiera mientras que el otro es plasmar lo que un cliente pide en cuestión de satisfacer necesidades gráficas, pero que una no supera a la otra, ya que cada una ofrece cosas distintas.

“El arte es un elemento muy subjetivo y libre, el artista crea para sí mismo, el diseño gráfico es distinto porque cumple con la función de satisfacer las necesidades gráficas visuales de un cliente, pero resulta que el diseño tiene muchas ramas y una de ellas es la ilustración que fue lo que me encantó de mi carrera, es así como hay diseñadores que se encargan de lleno en el proceso de la ilustración y se enlazan mucho al arte, muchos de mis artistas favoritos son diseñadores, hay otros que se dedican al área de publicidad que también es algo muy interesante”.

Comentó que en cuestión de apoyo a su trabajo ha habido de todo, pero una experiencia que más recuerda con cariño fue una exposición en el Estado de México, en una ciudad donde se acostumbra pintar puro paisajismo, pensando que no sería bien recibido por sus pinturas tan distintas, se fue con una buena impresión y realmente feliz por el resultado.

“Ha habido de todo, pero hay una frase que dice “nadie es profeta en su tierra”, en otras ciudades me han recibido muy bien pero tengo un recuerdo muy grato de una ciudad en el Estado de México llamada Temascalcingo de José María Velasco, ahí nació uno de los pintores más talentosos de México; me invitaron a exponer en un centro cultural muy agradable, donde el director Ingeniero Witron me comentó que no sabía cómo iban a recibirme porque era una pequeña ciudad que se acostumbraba a pintar puro paisajismo, pero tuve un recibimiento fascinante, se inauguró desde las 7:00 de la noche y no pude sentarme hasta la 1:00 de la mañana porque mucha gente me preguntaba sobre mis pinturas”.

Comentó que se dio cuenta que la docencia le gustaba al cursar la preparatoria, al darle clases a niños pequeños y después gracias a una capacitación que provocó que se enamorara de su trabajo. “En la preparatoria una amiga de mi mamá que tiene 5 hijos le pidió a mi mamá de favor para que le diera clases a sus niños, si soy honesto nunca pensé en dedicarme a la docencia porque era un niño con pánico escénico, al inicio comencé con clases básicas como matemáticas y español pero después inicié a darles clases de dibujo y ahí inició todo; al comenzar mi carrera, un maestro me invitó a un curso de capacitación y me encantó, desde ese momento no he dejado de ser maestro”.

Aseguró que su trabajo de docente le ayudó a atravesar una experiencia muy complicada en su vida, siendo la única actividad que realizaba, siendo una vocación que no cambiaría por nada.

“La docencia me salvó la vida, hace siete años viví una situación personal muy difícil, creo que la más difícil que he experimentado hasta ahora, deje de pintar, de dibujar, dejé la música, dejé de dormir, dejé de comer menos una cosa, dar clases, eso me mantenía cuerdo y atado a la vida, sin las clases no sé qué hubiera sido de mi y no me imagino haciendo otra cosa”.

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Contó que uno de los proyectos del cual se encuentra orgulloso es el haber ilustrado un libro de poemas de la escritora Estela Guerra Garnica titulado ‘Líneas en el Viento y otros poemas’, donde todo comenzó al haber leído un poema de esta escritora en una revista, el cual fue tanto de su agrado que le mandó un correo electrónico explicándole lo mucho que le había gustado y tiempo después pactaron en laborar juntos, un proyecto que fue presentado en España y el libro fue vendido en librerías que concurría de pequeño junto a sus padres.

“He tenido oportunidad de llevar el arte a otros medios más allá de las exposiciones pero un proyecto que tengo muy presente y muy agradecido es este libro y esto fue fluyendo; fue un trabajo de meses, cuando tenía ya el archivo era uno muy pesado y no podía ser enviado por correo, se me ocurrió quemarlo en un DVD y le comenté que se lo mandaba por paquetería pero ella quiso venir por él, pero no sabía en qué momento ya que contaba con mucho trabajo, en ese momento estaba esperando la llegada de mi hija y un 21 de diciembre la mamá de mi hija comenzó a tener contracciones y al ingresar al hospital me llamó por teléfono la escritora diciéndome que iba en camino y nos vimos en la central de autobuses; fue una experiencia muy padre”.

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Compartió que el proyecto más importante para él fue ilustrar el libro de poemas de Estela Guerra Garnica titulado ‘Líneas en el Viento y otros poemas’