Irapuato, Gto.- "Sentíamos impotencia de no poder hacer nada más", señaló en audiencia una vecina del niño Juan David, el niño que está desaparecido desde mayo de 2022, quien relató que el pequeño veía el mundo desde una ventana y por pláticas con él se enteraron de viva voz de la situación de violencia que vivió.
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La calle Gran Canaria, del fraccionamiento Urbi Villas del Rey, se encuentra casi junto a los límites de la colonia, pegado a la comunidad San Roque. La vecina que rindió ahora su testimonio en la audiencia por el caso de la desaparición de Juan David, señaló que era fácil enterarse de lo que sucedía en la zona, ya que las casas son pequeñas y todo se alcanzaba a escuchar, incluso a varios inmuebles de distancia del lugar en el que Juan David habitaba.
A través de la ventana, fue que algunas personas pudieron cruzar palabras con el niño; unas se involucraban más en tratar de apoyarlo, pero en muchas ocasiones no sabían qué más hacer, entre algunas preguntas por su bienestar y cuando se acercaban a dejarle comida que el niño les pedía, era poca la interacción que se logró con él, según lo declarado por una vecina ante la jueza.
"Tenía temor de él (de su padrastro), era altanero burlón y agresivo", señaló una testigo, quien aunque no tuvo interacción directa con Juan David, pudo escuchar también los gritos que el imputado hacía hacia el menor, a quien también escuchaba gritar, aún con la música a alto volumen, que suponen Miguel Ángel ponía al reprender al niño.
"Era música como tipo metal pesado, puros gritos, pero los del niño se distinguían, le decía 'Ya dejame', él le gritaba 'Ya cállate', luego lo veíamos con marcas, golpes", dijo la mujer.
Todo habría pasado entre las paredes de la vivienda, por lo cual no ha habido aún algún testigo de la presunta violencia ejercida por su padrastro hacia el niño.
Pero en lo que esta mujer de 39 años coincidió con las otras declaraciones fue en que vieron llegar varias veces a patrullas para atender el reporte de los mismos vecinos, y señaló que sólo llegó a escuchar a uniformados decirle al acusado: "ay, ya vas a empezar, ya cálmate", refiriéndose a él por su primer apellido; cuando las unidades se retiraban, él gritaba y se burlaba de vecinos, haciendo uso de palabras ofensivas acompañadas de un "A mí no me van a hacer nada".
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Durante la audiencia se presentó también un perito que estuvo a cargo de la extracción de información en el teléfono celular propiedad de Miguel Ángel N., el cual explicó el procedimiento por el cual los datos fueron extraídos y cómo se puede garantizar que éstos no han sido modificados; posiblemente, más adelante en la audiencia los testigos sean llamados de nuevo para el desahogo de otros datos importantes en esta audiencia de juicio.
