Los juegos mecánicos son una parte imprescindible cuando de los Tradicionales Barrios se trata, las avenidas y calles principales de cada colonia en el calendario de este festejo se llenan de luz y color con la llegada de las atracciones.
Niños, jóvenes, adultos y gente mayor tienen recuerdos en los juegos mecánicos que asisten a los barrios, pero detrás de la diversión existe un gran esfuerzo por parte de los 'Juegueros', quienes invierten días completos a esta temporada tradicional, y esto ha sido así año con año durante varias generaciones.
Samuel Reyes es uno de ellos, al menos en su caso, el pertenece a la tercera generación de trabajadores en este ámbito de las atracciones y juegos de feria para lo cual ha requerido años de capacitación que su padre y abuelo le han transmitido, además de mucho cariño y apego a las tradiciones de Irapuato.
Un día para los encargados de atracciones y juegos mecánicos empieza desde antes del mediodía cuando comienzan a montar todo, las revisiones y pruebas tienen que ser realizadas antes de que la fiesta de inicio.
Mantener las atracciones en buen estado es todo un arte, el cuidado y mantenimiento requiere de muchas horas extras, esto para ofrecer siempre un servicio seguro que todos puedan disfrutar.
Ya durante la tarde y noche comienzan todos los juegos a funcionar, los más pedidos por la gente han permanecido con ellos durante más de tres décadas.
Poco antes de la medianoche llega la hora de quitar todo pues el siguiente barrio los aguarda, las labores suelen ser de alrededor de 12 horas sin contar el tiempo de desmontar el equipo, durante la temporada de barrios los encargados de las atracciones deben optar por adaptar remolques o vehículos para pasar la noche en el lugar y así optimizar tiempo y aprovecharlo para descansar.
Aunque el trabajo es más durante esta temporada en la ciudad, el resto del año también hay épocas con mucho movimiento pues también asisten a fiestas de templos, y comunidades, con esto llevan el sustento a su familia..
Actualmente el consumo de atracciones en festejos ha disminuido, dado que las asistencias a todos los lugares fueron menos tras la crisis sanitaria y económica, sin embargo no se han rendido, las tradiciones las ven con cariño y seguirán asistiendo siempre con la esperanza de que vengan tiempos mejores.
CONTINÚAN LA TRADICIÓN DE LOS BARRIOS
En esta ocasión las calles Nigromante, Vallarta, Doctor Liceaga, Cuatro Vientos, Cuitlahuac, Granaditas, Juan Escutia, Fraccionamiento Las Misiones e Ignacio Allende fueron quienes les tocó la celebración, para antes de que oscureciera ya la gente había sacado a la calle las mesas y sillas, tal es el caso de la calle Doctor Liceaga, donde fue puesta el área de juegos mecánicos, al estar cerrada la calle todos aprovecharon para hacer más espacio para recibir a la gente a cenar y el olor de los ponches y el pozole llenaron todo el lugar.
Con hilos llenos de papel picado lucieron algunas de estas calles, donde hay muchas personas mayores que aún se encargan de preservar las tradiciones completamente iguales que como a ellos se las inculcaron de pequeños
Isabel Castro y su familia hacen cada año una olla con pozole y otra con ponche, la mesa la colocan afuera de su hogar para esperar a sus amigos y conocidos.
Toda su familia se involucra en la preparación la cual a veces inician más tarde pues esperan a que todos vuelvan de trabajar sin embargo eso jamás les ha impedido hacer la celebración.
“Cuando llegamos preparamos todo lo de la comida primero, ya después corremos a arreglarnos para recibir a la gente con su comida, es una tradición y no la soltamos”.