Linda Ruiz, nutriologa especializada en nutrición clínica y deportiva, explicó que las dietas no aplican para todos los pacientes, por esto se debe llevar a cabo una evaluación previa para saber cuál sería la que más se acople a él.
“La dieta cetogénica y el desayuno intermitente van muy de la mano porque nacieron en la misma época, digamos que es una dieta de moda que ya lleva usándose mucho tiempo que de hecho en la historia se descubrió que durante el Ramadán los musulmanes no tomaban alimentos durante vario tiempo, y se tiene registro de que las personas envejecían más lento y no sufrían de las enfermedades que se ven en la actualidad, tomando a estas dos prácticas como una terapia antienvejecimiento”.
Informó que este tipo de alimentación no está hecha para todas las personas, así que se debe hacer una evaluación previa para saber cuál será la mejor opción que se adapte a su estilo de vida.
“Pueden haber pacientes que no son candidatos a tener este tipo de dietas, por el simple hecho de que esta dieta no cuenta con carbohidratos; primero debe evaluarse al paciente, si es una persona que tiende a comer muchas azúcares y carbohidratos no debería aplicar para la esta dieta”.
Explicó que la dieta cetogénica es cuando se debe consumir en su mayoría grasa y solo un poco de carbohidratos, ayudando a que el cuerpo no retenga tantos líquidos y que además utilice los ácidos grasos que se tienen almacenados, bajando así de peso.
“La dieta cetogénica es un 70% de consumo de grasas, un consumo normal de proteínas dependiendo de la necesidad de cada persona, es un 10% o 5% de carbohidratos, lo que es el arroz, la papa, el camote, entre otros, el cuerpo al no tener estos carbohidratos ni azúcares el cuerpo comienza a consumir los ácidos grasos y comienza a haber una disminución del peso del paciente; esto sucede ya que no existe una retención de líquidos, se baja grasa y también la cantidad de líquidos”.
Mencionó que muchas personas al hacer esta dieta, al notar cambios positivos en sus cuerpos la dejan y comienzan a subir nuevamente de peso, esto debido a que es una dieta que debe ser parte de su vida y añadió que el único beneficio de realizar esta práctica es que el cuerpo descansa y no se encuentra metabólicamente activo.
“Muchas personas que realizan esta dieta y al poco tiempo de notar cambios positivos la abandonan y vuelven a su peso anterior, yo recomiendo la dieta cetogénica solo si la vas a formar parte de tu vida porque sino no es una terapia que funcione, normalmente el único beneficio que tienen el ayuno intermitente y esta dieta es que el cuerpo se pone a descansar de estar metabólicamente activo y no envejece tan rápido”.
Comentó que el ayuno intermitente no debe ser demasiado largo, ya que no existen datos que demuestren que mientras más tiempo sea esto ayuda, además de que no solo es el dejar de comer sino que, debe hacerse con un plan nutricional saludable.
“El ayuno intermitente como el nombre lo dice es no tomar el desayuno, pero esto va más enfocado en no consumir carbohidratos dentro de un tiempo estipulado, hay ayunos desde 8 horas, 12 horas, 14 horas, 16 horas y hasta 24 horas, pero no hay evidencia científica de que después de 16 horas haya algún otro beneficio, no hay que complicarle la vida al paciente con un ayuno tan largo, además de que no solo es el hecho de dejar de comer porque debe acompañarse de un plan alimenticio saludable y de ejercicio”.
Agregó que el ayuno intermitente solo se debe implementar en personas mayores de 18 años, ya que las y los niños y jóvenes necesitan de esta comida para poder desarrollarse de la mejor manera.
“El desayuno es una comida muy importante para niñas, niños adolescentes y jóvenes, debido a que ellos se encuentran en pleno desarrollo de su cuerpo necesitando más energía, no hay que quitarles el desayuno, por esto es importante mencionar que el ayuno intermitente está enfocado en las personas mayores de 18 años”.
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“Todo tratamiento nutricional y protocolo de suplementación si se usa tienen que ser totalmente personalizado, puesto que cada paciente requiere diferentes tipos de cosas, por ejemplo, hay pacientes que tienen problemas neuronales y necesitan mucha grasa para su cerebro como quienes padecen de epilepsia, una dieta cetogénica les ayuda mucho para disminuir los episodios pero si le das una dieta de este tipo a una persona que viene de un sobrepeso, aparte de que lo vas a meter a un mundo de mala relación con los alimentos, esa persona va a sufrir con su proceso de pérdida de peso”.
