Quienes laboran dentro de la Villa Infantil del municipio de Irapuato, dedican todo el tiempo posible para que los niños, adolescentes y jóvenes que están bajo su cuidado puedan gozar de una buena educación.
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Por este motivo, están recibiendo solamente a 22 niñas, niños y adolescentes dentro de sus instalaciones, con el objetivo de que así se pueda poner la atención debida, tomando como base una práctica que se ha llevado a cabo en el continente europeo y que han conseguido excelentes resultados, así lo explicó Laura Martínez de la Mora, directora de la Villa Infantil.
“Somos una organización con una genuina preocupación por estos niños, tenemos en las instalaciones un cupo para 50 niños aproximadamente, pero hemos optado por no tener a la Villa hasta el límite, ya que se ha demostrado, por un estudio que realizó la ONU, que las instituciones deben ser lo más pequeño posible, para que se pueda producir una dinámica lo más parecido a una familia y quitemos esa historia de que está en un hospicio y que puedan recibir una atención personalizada y que puedan generar lazos de amistad y de cariño con las y los educadores”, explicó.
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Comentó que para quienes laboran en la Villa Infantil es realmente importante que las y los educadores estén bien capacitados para poder ayudar a los niños con su aprendizaje, buscando ser certificados por medio de la Secretaría de Educación Pública.
“Para nosotros, como educadores, es muy importante que estemos muy preparados para poder dar una respuesta adecuada para sus inquietudes, ya que muchos de ellos han sido víctimas de cualquier tipo de abuso, por eso estamos buscando certificarnos en la competencia 0039, que es atención a niños, adolescentes y jóvenes, la cual es entregada por el Consejo Nacional de Normalización y Certificación de Competencias Laborales”.
Aseguró que gracias a la gente y a varias instituciones privadas y de gobierno, la Villa Infantil ha podido salir adelante con las donaciones que realizan, tanto de comida, ropa y útiles escolares, pero comentó que hay cosas que hacen falta para completar la comida que se llevan a la escuela.
“Gracias a las instancias gubernamentales y el apoyo de la sociedad hemos podido salir adelante, llevamos un camino muy fructífero y que sobre todo es en beneficio a los futuros niños que lleguen a la Villa Infantil con nosotros mientras su situación legal.
“La gente nos apoya con alimentos, al igual que el DIF, pero lo que nos hace falta son elementos para hacerles sus lonches, como juguitos, nos hace falta huevo, pan blanco, jamón, galletas; por ejemplo, una amiga nos trajo una crema de cacahuate y con eso les hacemos sándwiches, básicamente snacks para que se los pueda llevar a la escuela; HEB nos donó lo suficiente para poder comprarles sus útiles y se los agradezco muchísimo”.