Una edición más del Viacrucis se llevó a cabo para rememorar la Pasión de Cristo y su crucifixión, esto por parte de integrantes del templo la Divina Providencia, evento que fue presenciado por miles de irapuatenses, quienes con los sentimientos a flor de piel revivieron la representación de este pasaje bíblico tan importante para la fe católica.
Este evento inició en las instalaciones del templo a las 8:30 de la mañana con el juicio de Jesús, donde Poncio Pilatos, quinto gobernador de la provincia romana de Judea, le preguntó a la gente a cuál criminal querían liberar, dejando en libertad a Barrabás y condenando a Cristo a ser crucificado, lavándose las manos.
La representación tuvo un recorrido en las calles principales del Centro Histórico de Irapuato desde el bulevar Díaz Ordaz, continuó por Torres Landa, la avenida Guerrero, avenida Revolución, calle Álvaro Obregón, para regresar por el bulevar Díaz Ordaz y culminando en el templo.
La señora María de la Luz Alvarado, quien fue espectadora de esta representación de las tres caídas, mencionó que es una forma de recordar y honrar el sacrificio que hizo Cristo para salvar el alma de los humanos, añadió que se sintió impotente el ver cómo sufría Jesús y que no podía hacer nada para ayudarlo.
“Siento dolor ver cómo le están pegando al Señor, uno no puede hacer nada, en estos momentos hay que pedirle a Dios que nos siga cuidando; esto es importante porque recordamos lo que sufrió y todo fue para salvar el alma de las personas, que siempre hemos sido pecadores”.
Por su parte, el señor Miguel Flores, quien ayudó a mantener a las personas a una distancia donde no afectara a las y los participantes del evento, opinó que los sentimientos que provoca presenciar el sufrimiento de Jesús es algo que no puede explicarse y mencionó que le dio gusto ver que en comparación al año pasado, hubo una mayor afluencia de creyentes.
“Esto es algo maravilloso, porque podemos estar más cerca de Dios y esto es año con año, esta procesión es realmente importante porque nos ayuda a tener presente lo que Cristo sacrificó por nosotros, a la gente que a la fecha no ha podido venir, les recomiendo ampliamente que se den una vuelta el año que viene, porque no puedo explicar en su totalidad todo lo que nos provoca”.
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La procesión culminó en la explanada de la Plaza del Comercio, lugar donde Cristo perdió la vida tras sufrir múltiples latigazos y una herida letal provocada por la lanza de un soldado romano.