El obispo de la Diócesis de Irapuato, Enrique Díaz Díaz, anunció que este año en la Parroquia de San Pedro sí habrá celebración en honor a San Pedro y San Pablo, pero lo que no habrá será la celebración de kermés, colocación de juegos ni ninguna otra actividad, esto como parte de la solidaridad con las familias que han sido víctimas de la violencia.
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Durante su rueda de prensa dominical, el Obispo de la Diócesis de Irapuato dijo que esta decisión fue tomada por parte del sacerdote de la Parroquia de San Pedro, para que sí sea llevada la celebración eucarística, pero ningún evento alterno será organizado por la parroquia en esta ocasión.
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“Me llamó mucho la atención lo que me comunicaba la Parroquia de San Pedro, de esta ciudad, que este año para su fiesta sí harán procesiones, oraciones, pero por parte de la parroquia no harán ningún ruido externo, no kermes, no ruidos, no juegos, por parte de la parroquia.
“(…) Ha habido asesinatos ahí y entonces quieren expresar ese dolor y en la fiesta de San Pedro se tienen la oportunidad de manifestar nuestro deseo, nuestra lucha por la paz”, dijo el Obispo de Irapuato.
Enrique Díaz Díaz dejó en claro que la suspensión de la kermés y toda esa fiesta no significa que la celebración religiosa se suspenda, pues ésta sí se llevará a cabo el próximo 29 de junio.
“La fiesta no se suspende, se suspende los ruidos y la organización de otros eventos en el exterior, tendremos la eucarística a las siete de la tarde, el 29, pero se quiere hacer frente al dolor de quienes han sido víctimas de asesinatos y esto pues es una solidaridad con estas personas”.
El Obispo de la Diócesis de Irapuato recordó que la Iglesia ha llevado a cabo varias manifestaciones para la búsqueda de la paz, como la misa que fue celebrada con familiares de víctimas de la violencia y desaparecidos, mientras que el 20 de junio fue el repique de campanas en los templos.
“Me llamó la atención algunos ese día todavía tienen ese miedo, no quisieron poner a sus familiares, a mí me hablaron personalmente algunos para decirme ‘pida por mis desaparecidos, pero no los ponemos’, es la desconfianza que vamos teniendo y contra lo que tenemos que seguir trabajando en unidad”.