Roberto Castañeda Tejada, presidente del Consejo de la Cuenca Lerma Chapala, aseguró que en el estado de Guanajuato existe una sobreexplotación anual de 925 millones de metros cúbicos de las aguas subterráneas, de los cuales la mayor parte es destinada al sector agroalimentario.
“Prácticamente estamos hablando de una presa Solís a tope lo que estamos perdiendo cada año de nuestros acuíferos y es un tema muy grave”, dijo el presidente de la Cuenca Lerma Chapala, durante su participación en el Foro de Agronomía organizado por la División de Ciencias de la Vida de la Universidad de Guanajuato.
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Roberto Castañeda comentó que la gravedad de esta problemática es que se están sobreexplotando los mantos acuíferos cada vez más y a mayor profundidad con el paso de los años, generando un costo extra y un riesgo ante la presencia de metales.
Aseguró que esta situación, a pesar de ser preocupante, se ha registrado una disminución, gracias a la implementación de estrategias dentro del sector agroalimentario en el estado, entre las que se destacan la tecnificación del riego.
“Traíamos un número de mil 200 millones sobreexplotación y esto ha ido bajando por las acciones que se han hecho en Guanajuato y las que mayor impacto han tenido han sido los del campo, ya que es el sector que más agua utiliza y esto gracias a la tecnificación por goteo y en una buena superficie agrícola que se ha establecido de invernaderos o de agricultura protegida”.
Mencionó que los municipios en los que hay más urgencia de buscar alternativas para evitar la sobreexplotación es en el corredor industrial y el único municipio que no se encuentra en números rojos es Xichú, debido a que no existe la misma oferta y demanda.
“El uso a nivel nacional del agua en el sector del campo es del 77%, para el caso de Guanajuato es el 86%, con una eficiencia promedio del 40%, estamos a 10 puntos porcentuales, porque somos un estado muy desarrollado en la actividad agrícola, es algo positivo pero el tema es buscar la manera de que haya agua a futuro”.
Castañeda Tejeda aseguró que la solución dependerá de varias acciones conjuntas y con enfoques técnicos, sociales, económicos, legales y del medio ambiente.
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“Esto tiene que ser un modelo integral de soluciones transversales, holísticas e integrales, no hay una solución mágica, se tiene que trabajar desde todas las aristas y una de ellas debe ser la recuperación del agua subterránea, debemos hacer un uso que equilibremos la oferta y la demanda, tenemos 60% de brecha de eficiencia, si esto no se corrige, en un futuro se deberá buscar donde desarrollar la agricultura que no sea aquí”.
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