Irapuato, Gto. (OEM). - Uno de los obispos más importantes para la feligresía en el bajío, fue sin duda Samuel Ruiz, una de las personas más comprometidas con la fe católica.
En entrevista con El Sol De Irapuato, Armando García Ojeda, señalo que lo primero es darlo a conocer en su ciudad, porque es más conocido en Europa, y en Francia y Alemania fue reconocido como Doctor honoris causa.
Samuel Ruiz fue nombrado obispo en el año 1959 de la Diócesis de San Cristóbal de las Casas en el estado de Chiapas, 40 años de obispo, cosa que muy pocos obispos han durado y Samuel fue un hombre entregado a los indígenas, el hablar en maya y celebrar misas en maya, entonces en Irapuato en este que sería su centenario de vida se dé a conocer quien fue el obispo Samuel Ruiz.
El padre Armando siempre lo considero como una persona que fue muy preparada eclesiásticamente, que se debe valorar, fue poliglota porque hablaba Italiano, Francés, Alemán. Inglés, Latín, Griego y Hebrero, fue un hombre muy conservador por la formación que tuvo en el seminario de León, Tridentino de la Madre Santísima de la Luz.
Además, este obispo Samuel, fue único guanajuatense que ha sido nominado al premio nobel de la paz en el año 2001, por su testimonio de vida, a partir de su ser religioso a favor de los indígenas y de los pobres, también fue visitado por los 5 premios novel de la paz, Adolfo Pérez Esquivel, Rigoberta Menchu, Óscar Arias Sánchez, Desmond Tutu, obispo anglicano y el 14 avo Dalai Lama entre otros representantes de organismos humanitarios quienes entregaron un reconocimiento por su tarea de mediador en el conflicto en Chiapas.
El obispo Samuel Ruiz que representa para Irapuato, el padre Armando comentó que fue un ideal de un muchacho de familia pobre con sus estudios se superó y rompió marcas, quien rompe una marca le da prestigio y belleza a la ciudad donde nació, porque los pastores también merecen ser reconocidos e Irapuato necesita conocer quien fue realmente Samuel Ruiz una persona que nació aquí.
Samuel transcendió mucho, recibió el premio Internacional Derechos Humanos de Núremberg, Alemania, por su infatigable defensa de los derechos de los pueblos indígenas de Chiapas durante 40 años.
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El obispo muere el 24 de enero del 2011 en la ciudad de México y sus restos fueron trasladados a la parroquia de San Cristóbal de las Casas, en donde descansan bajo el altar principal.