OMBUDSMAN
Como ya se sabe, José Raúl Montero de Alba ha decidido no renovar su cargo por otro periodo de 4 años al frente de la Procuraduría de los Derechos Humanos de Guanajuato (PDHG). Finalizó su primer periodo del 24 de noviembre del 2016, el mismo día y mes pero del 2020 y se va con la satisfacción del deber cumplido. El puesto de Ombudsman está vacante, hay ya varios aspirantes con buenas credenciales de presentación.
MODERNIDAD
Uno de ellos es Vicente Esqueda Méndez quien fuera presidente del entonces Tribunal de lo Contencioso Administrativo, hoy conocido como Tribunal de Justicia Administrativa, quien fue magistrado de ese órgano jurisdiccional durante 7 años y dos años como presidente del pleno, tiempo en el cual logró una transformación y modernización, así como de innovación tecnológica con lo que facilitó a los guanajuatenses el acceso a la justicia.
DEFENSOR
Fundado hace ya 33 años, el TJAEG fue el primero en el país en implementar los juicios en línea. Antes de la pandemia ya era un referente en materia de justicia digital. Además, el Tribunal cuenta con un edificio propio, funcional, moderno y accesible. Es un órgano que está a la vanguardia en el uso de la tecnología, para acercar la justicia a los ciudadanos. Esqueda aportó mucho para lograr esta modernización, defendió al ciudadano contra injusticias de la autoridad y ahora quiere defender los derechos humanos de los guanajuatenses.
ASPIRANTES
El papel que juega en estos aciagos tiempos el Ombudsman es fundamental. Vivimos una época de violencia, de pérdida de valores, de intolerancia, por lo que el nuevo procurador de los Derechos Humanos va a tener una enorme responsabilidad. Hubo una respuesta aceptable a la convocatoria. Se inscribieron 10 aspirantes: Beatriz Márquez Gamiño; Andrés Avelino Cuellar Hernández; Sergio Claudio Arellano Rabiela; Karla Gabriela Alcaraz Olvera; José Manuel Pérez Guerra;
Edna Aguilar Domínguez; José Manuel Ramos Robles; Isis Nevai Albarrán García; José Luis Vargas Ramírez y Vicente de Jesús Esqueda Méndez.
FRACASO
No se dio el milagro que todos esperábamos, mejor dicho, el cumplimiento de una promesa presidencial: contar con servicios médicos de altísima calidad y medicamentos de manera gratuita como en los países de primer mundo. Ya ni eso. Pero pomposamente López Obrador realizó un acto para celebrar sus dos años al frente del ejecutivo federal, cuyo desempeño puede traducirse en una sola palabra: fracaso.
FALACIAS
No es lo mismo andar en campaña política que gobernar una nación. Se necesita tener tantita vergüenza para salir en cadena nacional a decir más mentiras y logros fantasiosos. El evento de ayer sólo sirvió para rendir culto a la personalidad. México no merece un gobierno de esa naturaleza, el de un solo hombre. No hay avances. Eso es falso. Lo vemos desde la caída de la economía desde antes de la
pandemia. La tan pregonada honestidad, el combate a la corrupción, es un mito, como también es una falacia que se gobierne “sin lujo ni frivolidad”.