QUÉ LEALES
La “dirigencia” del PRI estatal encabezada por la potosina Ruth Noemí Tiscareño Agoitia y Alejandro Arias Ávila, presidenta y secretario general, también flamantes diputados plurinominales electos, ha dicho que va a expulsar a todos aquellos priistas que en el proceso electoral operaron para otros candidatos de otros partidos. También deberían iniciar ese procedimiento a quienes agandallaron las posiciones fáciles, esas que se ganan perdiendo, como son precisamente las candidaturas de representación proporcional.
INMORAL
Durante todo el proceso electoral que culminó en las elecciones del 6 de junio, la pseudo dirigencia brindó nulo apoyo a sus candidatas y candidatos. Jamás se le vio en las campañas, antes bien, hubo fuertes grillas al interior, zancadillas, patadas bajo la mesa, etc. Ahora, en vez de iniciar la operación cicatriz, Ruth y Arias se erigen en jueces, profundizando el divisionismo que impera desde hace lustros en el tricolor. La presidenta, por cierto, defiende su diputación. Puede que no sea ilegítima… pero es inmoral. Lo mismo Arias.
CORRIENTE
A todo esto, en la Ciudad de México se dio a conocer el surgimiento de una nueva corriente interna del tricolor denominada “Plataforma para la Refundación del PRI”, liderada por Fernando Lerdo de Tejada Luna, exdiputado local y federal, exprocurador Federal del Consumidor, exvocero de la presidencia de la República y militante del Revolucionario. Dice este cuadro priista que el CEN debe tener una dirigencia nacional de tiempo completo. “Amlito” no quiere renunciar.
REFUNDACIÓN
Pide realizar una asamblea nacional de carácter refundacional, que la prioridad sea el combate a la corrupción al interior del expartidazo, así como el de evitar la entrega del partido a la “cuatro te”. Demasiado tarde. No es la primera vez que surge una corriente de esta naturaleza. En diciembre del 2018 emergió otra denominada “Movimiento Líder” que consideraba impostergable un proceso de refundación y renovación del PRI. Siguieron los mismos rufianes de siempre.
LEANDRO VALLE
Las emblemáticas zonas irapuatenses conocidas como el Pasaje El Águila y la calle Leandro Valle, están invadidas no sólo de vendedores ambulantes que entorpecen la circulación peatonal, sino también son refugio de malvivientes y delincuentes, auténticos depredadores que están al acecho de sus posibles víctimas y hablan también de un “grupo de choque”. Dice Mercados que todos los días realizan hasta 12 operativos para retirar a los comerciantes que operan sin permiso. Pero estos se burlan de la autoridad y ahí siguen.
OPERATIVOS
La Leandro Valle, incluso, ya es considerada como la “Tepito” de la ciudad de Irapuato. La venta de mercancía pirata y de dudosa procedencia, precisamente por parte de esos mercaderes de ocasión, representan no sólo una competencia desleal para el comercio establecido, sino una presunta transgresión a la ley. Y, como dice Jaime Maussan, “nadie hace nada”. Por lo pronto, qué bueno que reabren a la circulación vehicular esa concurrida arteria pues eso impedirá que el clandestinaje se apodere de importantes zonas comerciales de Irapuato.