Rescatan a la niñez afectada por la violencia

Les han conocido como “Los huérfanos de la delincuencia”, niñas, niños y adolescentes que presenciaron hechos violentos hacía algún familiar o se quedaron esperando el regreso de sus padres, los cuales se encuentran desaparecidos.

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El Día de la Niña y el Niño es una celebración que poco a poco ha ido tomando más fuerza, pero no todos celebran en los hogares, pues existen distintos contextos para la niñez en nuestro país y algunas de ellas están muy alejadas de la inocencia y la felicidad.

Por ello y para atender a estas niñas, niños y adolescentes, el Gobierno de Irapuato, que encabeza la presidenta municipal Lorena Alfaro García, puso en marcha el programa “Creciendo con Valores”, una estrategia transversal en la que el DIF de Irapuato y la Secretaría de Seguridad Ciudadana atienden a las familias, principalmente a los menores.

“Hoy tenemos que sembrar la semillita para el día de mañana, atendemos a estos niños vulnerables, lo hacemos juntos, aquí está no solamente la Secretaría de Seguridad Ciudadana, el DIF, Proximidad, estamos sumando al área del deporte, a Desarrollo Social, a cultura, educación, a sustentabilidad, pero también estamos sumando a la sociedad civil”, explicó la Presidenta, al destacar la importancia de atender a éstas familias.

Las niñas, niños y adolescentes atendidos muestran diferentes patrones de comportamiento. “Dibujan ataúdes, armas y descuartizados, es una de las pruebas que especialistas les hacen al recibirlos”, relató Julio Borja, titular de Proximidad Ciudadana, quien explicó que a través de “Creciendo con Valores” dan un acompañamiento integral a los pequeños, a quienes la violencia les arrebató a sus seres queridos.

En las mentes de niños, niñas y adolescentes quedaron plasmadas las imágenes de los funerales a los que asistieron, sin saber lo que había pasado; en sus mentes sigue vivo el recuerdo de sus padres, sin saber si regresarán a casa.

“Es importante que estos menores vulnerables tengan la oportunidad de recibir el apoyo que cada uno necesita, cada contexto es diferente y en colaboración con distintas instancias municipales les damos atención de forma integral, a ellos y quienes se han convertido en sus cuidadores”.

Para esto es necesario que instituciones como DIF Municipal, Proximidad Ciudadana, Desarrollo Social y Humano, Instituto de la Mujer Irapuatense (Inmira), Educación, la Secretaría de Seguridad Ciudadana, la Dirección de Salud, Comité Municipal contra las Adicciones (Comca), Instituto Municipal de Cultura Arte y Recreación (Imcar), Instituto de la Juventud Irapuatense (Imjuvi), Comisión Municipal del Deporte y Atención a la Juventud (Comudaj) trabajen juntas para dar paso a este programa que es único aun Guanajuato.

Actualmente se trabaja con un grupo de 52 menores a quienes se les brinda todo tipo de atención, y cada sábado se reúnen para realizar diversas actividades de convivencia según sus necesidades psicoemocionales y psicosociales.

“En un lapso de tres a cuatro meses su percepción ha cambiado mucho, ahora tienen imágenes distintas en su mente y al verlo me doy cuenta que esto es de atreverse, de dar el tiempo a todos ellos por el simple hecho de saber que retribuye a la humanidad”, dijo Julio González Borja.

Continuar después de una tragedia

Dentro del panorama se ha trabajado con hijos de personas fallecidas en hechos como la masacre en el bar “El Pantano”, con familiares de personas halladas sin vida en distintos puntos del estado y personas de las que aún permanecen activas sus búsquedas, el seguir adelante es un camino largo por recorrer, en muchas ocasiones, quienes quedan a cargo de los niños, niñas y adolescentes son madres que han quedado viudas o abuelos que además de enfrentarse al duelo de la pérdida, tienen que enfrentarse a la poca oferta de empleo.

Uno de estos casos es el de Juan, de quien fue cambiado el nombre por motivos de seguridad, que a sus casi 60 años quedó a cargo de tres adolescentes y cuatro niñas que perdieron a su padre a raíz de la violencia.

“Todo pasó en poco tiempo, perdí a algunos familiares en menos de un año y quedé a cargo de apoyar a tres adolescentes, a mi hija y a sus hijas también”.

Por medio del programa “Creciendo con Valores”, Juan ha podido ser canalizado a distintas instancias que le han proporcionado el apoyo para que él y su familia puedan salir adelante”.

“Yo tengo trabajo, pero con los muchachos a mi cuidado es eso y el tiempo que tengo que invertirles, esta ayuda me ha dejado volver a levantarme, y lo principal, dejar que mis hijos puedan sobrellevar la pérdida”, comentó Juan, que ya se refiere a sus nietos como sus hijos, pues de un momento para otro su vida dio un giro total que con el apoyo de este programa ha podido superar de a poco.

“Pienso que no hay que ver el dolor que tenemos atrás, sino lo que hemos logrado, ya no es el mismo peso, con esta ayuda también mis muchachos han aprendido a valorar”.

¿Cómo funciona el programa?

El primer enlace después de algún hecho de alto impacto se da por medio del Centro de Atención a Víctimas, donde elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de Irapuato especializados en la atención tienen cercanía con las familias y así se puede tener el dato de si existe algún menor que haya quedado en orfandad, la labor se extiende también hacia menores familiares de personas desaparecidas.

La terapia se maneja de forma individual y grupal, primero es necesario que se tenga una primera entrevista con la víctima para realizar un perfil según el tipo de necesidades que tienen , esta puede ajustarse a la disponibilidad y tiempo de cada familia.

Entre el apoyo para los tutores o cuidadores de los menores se encuentran talleres de manejo del duelo, esto es una parte fundamental en el desarrollo correcto de los niños, niñas y adolescentes ya que influye a que se pueda mejorar tanto el entorno social como el familiar.

Dentro del programa “Creciendo con Valores" se trabajan distintas áreas de especialidad que van desde la psicología, trabajo social, asesores en derecho, entre otras.

El programa ha llamado la atención en otros municipios, en donde no existe este tipo de atención conjunta en pro de las víctimas, volviéndose así un referente estatal.

Valeria Alfaro García, presidenta de DIF Irapuato, especificó que si bien el programa inició como una medida de apoyo hacia los niños, de ella surgió la necesidad de atención también para sus cuidadores para asegurarse de que cada parte en la familia sea funcional.

“Para que una familia funcione debemos buscar que todos estén sanos emocionalmente hemos estado trabajando de la mano con ellos, con todas las dependencias para generar en ellos una recuperación, sentido de pertenencia, que estén bien física y psicológicamente”.

Para dar continuidad a esta atención se ha apoyado a algunas familias que se encuentran en imposibilidad de moverse hasta los sitios donde las terapias se realizan, hasta el momento desde el inicio de las atenciones en septiembre del pasado 2022 se ha logrado un avance importante.

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“Al principio los niños estaban rebeldes, inquietos, no querían trabajar, y al día de hoy tenemos un grupo de niños que te presta atención, que aprovecha las actividades, existe comunicación cercana, se ha visto un cambio en su comportamiento, el tema de su atención se debe prolongar por mínimo un año, pero cada caso es particular y debe atenderse de manera especializada”, comentó.

Para obtener más información sobre el programa se encuentra habilitada la línea de la Dirección de Proximidad Ciudadana al número 4626069999 extensión 1179.