Un emotivo homenaje fue realizado al maestro Esteban Almanza, con motivo de su aniversario luctuoso número 50.
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En presencia de familiares, autoridades municipales e invitados fue realizada la lectura de su biografía y de su trayectoria dentro del arte y los medios de comunicación.
Hugo Almanza, nieto de Esteban Almanza, narró la historia de su abuelo, así como las hazañas que vivió alrededor del mundo de la composición musical y de la enseñanza.
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“Mi abuelo fue uno de los primeros músicos formales que sabían leer las partituras a principio del siglo XX, la formación académica que recibió le permitió ser parte de la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Guanajuato y su primer concierto fue en 1952.
“Él fue uno de los académicos que fundó la Secundaria Oficial y posteriormente la Escuela Normal Oficial; fue pionero en la educación de música y de gimnasia y fue director musical de un cuarteto; poco a poco hizo crecer la cultura y el arte aquí en Irapuato y la familia estamos muy orgullosos de esto”, señaló.
Además, recordó que Esteban Almanza fue pionero de la radio en Irapuato y por ello su legado es de gran importancia en el municipio.
“Fue fundador de la XEBO, a invitación del dueño de la radiodifusora, allá a finales de los años 30 y hacían conciertos en vivo y se transmitían al aire, algo que lamentablemente ya no se hace”.
Además, recordó que su labor como docente “le permitió crear generaciones nuevas no sólo de normalistas sino de gente que a la fecha lo siguen recordando con mucho cariño”.
Hugo Almanza señaló que a 50 años de su fallecimiento, es momento de hacer una remembranza de las aportaciones que hizo para Irapuato, para que las nuevas generaciones conozcan y preserven el legado de las personas importantes que tuvo el municipio.
“A 50 años de su muerte, queremos que siga viva su memoria, porque por desgracia las generaciones nuevas están olvidando a sus fundadores y a sus pilares, a los maestros trascendentales de la ciudad de Irapuato y creo que se merece una memoria viva”.
Y es que Esteban Almanza fue un irapuatense ejemplar y no por nada dos calles fueron nombradas en su honor, una en la colonia Benito Juárez y una más en el fraccionamiento La Paz, además de que una escuela primaria lleva su nombre y el área de juegos de la escuela Rafael Barba Pérez también se llama como él.
“No queremos que se olvide, pero no sólo por él, sino por otros maestros que ayudaron también a que Irapuato sea como es hoy”.
Durante el homenaje a Esteban Almanza, fue realizada la lectura de una investigación histórica que fue realizada a finales de 1990 por parte de Xavier Martin Ruiz, la cual forma parte del Archivo Histórico Municipal y éste permitió a la familia continuar con la ampliación con testimonios de familiares, amigos y exalumnos, los cuales lo siguen recordando con mucho cariño y admiración.