Las grandes familias irapuatenses han llevado la realización de los barrios a través de los años haciendo de estos una mezcla cultural muy apreciada por chicos y grandes, en esta ocasión las calles vestidas con luces y papeles de colores fueron De la Parra, Durazno, Casuarina, Ciruelo, Higuera y Sabino.
Doña Rosa, habitante de la calle Durazno comenzó con los preparativos desde temprano, una olla de ponche y una con pozole fueron puestas en el fogón antes del mediodía, esto sin parar sus otras labores, en las cuales ella y sus familiares prestaron especial dedicación para tener tiempo para arreglarse y terminar de vestir la fachada de su hogar para el festejo.
A sus 58 años se ha enfrentado al desánimo que se ha visto tras pasar la pandemia y a los cambios en distintos ámbitos, pero esto no ha hecho que deje de lado esta tradición que le fue heredada por su madre.
“Los barrios dejaron buenos recuerdos en mi corazón y aunque desde la partida de mi mamá ya no volvió a ser lo mismo, ahora yo sigo para que mis hijos y nietos formen sus recuerdos agradables y esto perdure por muchos años más”.
Y es que 6 hijos y 25 nietos se encargan de poner el buen ambiente en su domicilio ya caída la noche, además dejan viva la esperanza de que, al crecer, se multipliquen las familias que sigan llevando a cabo esta tradición irapuatense.
“A veces, aunque no venga nadie más a la casa, con todos los que somos la fiesta se pone muy bonita, los más chicos son la luz de estas fiestas”.
ESPERAN RECUPERAR SU ECONOMÍA PARA VOLVER A REALIZAR FESTEJOS
Aunque hay hogares en los que se ha hecho frente a los problemas para festejar los Tradicionales Barrios, otras personas consideran que es una tradición que se ha perdido en gran parte por las dificultades económicas y hasta de seguridad, por lo cual este año les ha sido imposible hacer su fiesta.
“Pues todo ha aumentado de precios, en algunos casos la preparación de los alimentos se lleva hasta el doble de gasto, la otra es que, para traer este dinero a casa, muchos van a estar trabajando en turnos en las noches o lejos de su hogar y así es como se va perdiendo la tradición, esperamos que pronto vengan tiempos mejores para todos”, comentó una vecina de la calle De la Parra.
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Otro tema que mantiene alerta a habitantes de varias colonias populares es la violencia que se ha hecho visible en algunas zonas de la ciudad por lo que han tenido que hacer sus fiestas únicamente familiares para evitar que sus hogares puedan terminar en medio de algún pleito ajeno que pueda poner en riesgo su integridad física.
