San Judas Tadeo fue uno de los 12 apóstoles que acompañó a Jesús de Nazaret durante su estancia en la tierra. A este santo las personas le encomiendan sus negocios y trabajos para que estos prosperen.
Por ello, muchos irapuatenses, semanas antes de que llegue el día de festejar a su santo patrono, asisten al templo en su honor que está ubicado en la colonia La Hacienda a bendecir sus figuras de cerámica, como fue el caso de Enrique García, quien comentó que se sentía en deuda con el santo, ya que le encomendó a su sobrina quien iba a entrar en cirugía y comentó que gracias a él la pequeña no necesitó la cirugía.
“Ya llevamos 18 años festejándose a San Juditas, porque nos encomendamos a él porque nos hizo el favor de que una niña de meses que estaba a punto de ser operada por un problema del ojo y gracias al Santito no necesitó la cirugía”, relató.
Por su parte, la señora María Ofelia Ibarra, junto con su esposo, asisten todos los domingos desde hace 40 años a agradecerle a San Judas Tadeo, porque todo lo que le han pedido se ha logrado,
“Se me perdió algo muy importante para mí y mi esposo y se lo encomendé a él y lo pudimos encontrar, ya llevamos aproximadamente 40 años siendo fieles a San Judas y ahora, al estar jubilada, ya puedo venir cada domingo a agradecerle”.
Su esposo, José Luis Gasca, comentó que él le pedía que sus trabajos y negocios progresaran y al haberse cumplido, decidieron donar el órgano que se encuentra en dicha iglesia.
“En 1985 inicie un negocio y hasta la fecha sigue estando en pie, gracias a San Juditas, siempre estuvo a nuestro lado intercediendo con nuestro señor Jesucristo.
“Nosotros donamos el órgano el que está en la iglesia, un barandal y poquitas cosas más, creemos que es una forma de devolver lo que nos ha dado”.
Pero la decisión puede ir más allá de ir a bendecir y agradecer cada domingo a misa, existen personas que toman la decisión de plasmar a este Santo en su piel. Brayan Hernández, un tatuador irapuatense contó que ha tatuado San Judas Tadeo en su día, el 28 de octubre, pero recuerda en específico a una persona quien le contó el por qué se estaba tatuando a San Judas.
“La persona que tatúe era una persona muy devota y agradable, me platicaba que en su familia siempre le hacían fiestas en su día, y él quería conmemorarlo con un tatuaje con su imagen.
“Se tatuaba porque en su familia ya había hecho varios milagros y había prometido tatuárselo a manera de manda, su esposa tenía un embarazo de alto riesgo, se encomendó y todo salió bien”.
Aseguró que realizar esa pieza de tatuaje le gustó por el reto que representó y también por el diseño escogido, “Si me gustó realizar la pieza, más que nada por la complejidad y el diseño que estaba de buen tamaño”.
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Aceptó que él nunca le ha encomendado nada pero que era consciente de que muchas personas que lo hacían les hacía muchos milagros.
“Nunca me he encomendado a el, pero he visto que mucha gente lo hace y los ayuda con varios milagros”.