Rodeado de comercios y ubicado en una de las calles del Centro Histórico, esta uno de los templos más misteriosos de Irapuato, el Templo de San Francisco de Paula, mejor conocido como “San Francisquito”, que tiene más de 200 años de antigüedad y durante años ha llamado la atención de las personas al tener casi la mayoría del tiempo sus puertas cerradas.
El Dato...
San Francisco de Paula nació en Italia en 1416 y fue nombrado Francisco en honor a San Francisco de Asís, el santo perteneció a los franciscanos y fundó la Orden de los Mínimos.
A lo largo de la calle Guerrero del Centro Histórico hay bastantes comercios instalados en la zona, los cuales generan que gran cantidad de personas transiten a diario por la vialidad; sin embargo, entre esos comercios hay un edificio histórico, el cual se mantiene casi intacto a pesar de los dos siglos de antigüedad que tiene y de las obras de modernización que se realizaron hace años en el lugar.
El Templo de San Francisco de Paula o de San Francisquito es uno de los templos que mantiene, la mayoría de su tiempo, sus puertas cerradas, lo que genera el misterio, curiosidad y hasta temor de las personas al intentar asomarse a su interior.
De acuerdo con antecedentes del Archivó Histórico de Irapuato, antes de que el inmueble comenzará a construirse como actualmente se le conoce, comenzó siendo una pequeña capílla dedicada a San Francisco de Paula, la cual terminó en ruinas, por lo que fueron dos personas, José Ceferino de Alcántara y Antonio de Oñate, las que impusieron a través de documentos que parte de su riquezas sea destinada la reedificación de un templo digno a San Francisco de Paula, por la gran devoción que le tenían, no fue hasta la última década del siglo XVIII, cuando se construyó el templo.
Según sus datos históricos e incluso con el pequeño texto que esta colocado afuera del templo, el arquitecto a cargo del inmueble fue Francisco Eduardo Tresguerras, originario de Celaya, sin embargo, hasta el momento no hay una documentación que confirme que la persona estuvo a cargo de la construcción del templo.
El estilo arquitectónico del templo es neoclásico, pues al observar su pórtico tiene referencias de ese estilo, al tener columnas en su exterior y diversos detalles en su pared recta en la parte superior.
En la facha del edificio también hay figuras: uno es un medallón en la parte más alta del templo, abajo de una cruz, el cual tiene escrito “Cáritas bónitas”, dicha frase es el emblema de la Orden de los Mínimos, orden religiosa que corresponde al santo del templo, y significa caridad y bondad.
En la parte superior del templo también se pueden observan dos figuras, uno es un hombre en posición de oración, San Pablo de Tebas, la otra figura es San Jerónimo, quien sostiene una piedra junto a su pecho, ambos santos se caracterizaron por irse a los lugares apartados con el fin de dedicarse a Dios, por lo que San Francisco de Paula siguió el ejemplo de ambos, para, más adelante fundar la Orden de los Mínimos.
En el altar al interior del templo, hay una figura de San Francisco de Paula, el cual viste una túnica con capucha, luce viejo y sostiene algo entre manos.
El templo suele tener las puertas cerradas, pues sólo son abiertas cuando se llevan a cabo misas; sin embargo, el lugar ha despertado la curiosidad de las personas, pues hay quienes aseguran que suelen suceder acontecimientos extraños a altas horas de la noche, como misas durante la madrugada, personas que entran al templo vestidas de negro e incluso que el mismo santo que hay en su interior, baja las manos cuando alguien suele asomarse por el cerrojo de la gran puerta de madera.