PARIS, Francia.- La Unión Europea (UE) reaccionó a la guerra comercial lanzada por el presidente norteamericano Donald Trump al anunciar una serie de enérgicas “contra medidas” que aplicará en forma gradual.
“La UE no puede permanecer sin reaccionar […] Nosotros somos capaces de hacer exactamente lo mismo que ellos”, indicó el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, al comentar las medidas proteccionistas adoptadas por Estados Unidos al imponer tasas de 25% sobre el acero y 10% al aluminio importado desde Europa, Canadá y México.
“Será ojo por ojo y diente por diente”, comentó un alto funcionario de Bruselas.
Las medidas adoptadas por la Casa Blanca “son proteccionismo 100%”, agregó Juncker.
Tanto la iniciativa adoptada por Estados Unidos como las reacciones de Europa, Canadá y México constituyen una escalada en la guerra comercial abierta por Donald Trump.
Sigue aquí todas las reacciones que surgen ante el "America first"
"Hoy es un mal día para el comercio mundial", reconoció la comisaria de Comercio de la UE, Cecilia Malström, responsable de las discusiones con Estados Unidos en nombre de Europa.
En Berlín, el gobierno alemán también reaccionó con extremo vigor. “Nuestra respuesta al «America first» (Primero América) será «Europa unida», declaró. La canciller Angela Merkel, que se encuentra en Lisboa realizando una visita oficial, comentó por su parte que “las guerras comerciales nunca tienen un ganador”. Además denunció que las “tasas son ilegales” y consideró que “una escalada será perjudicial para todo el mundo”.
La decisión anunciada por la Casa Blanca ocupará el centro de las deliberaciones internacionales de las próximas semanas, a comenzar por la reunión del G7 de ministros de Finanzas que comenzó ayer en Whistler (Canadá).
La exención temporal acordada en marzo a la UE, Canadá y México expiró ayer a medianoche y, por lo tanto, las nuevas tasas anunciadas por Trump entraron automáticamente en vigor a partir de la cero hora de este viernes 1° de junio.
“A pesar de los progresos alcanzados en las discusiones que tuvimos con la UE, no hemos llegado a un punto que hubiera justificado prolongar la exención temporaria o acordar una exención permanente", comentó el secretario de Comercio norteamericano, Wilbur Ross, que se encuentra en París asistiendo a una conferencia de la Organización de Cooperación para el Desarrollo Económico (OCDE).
Las exportaciones de Europa de esos dos productos a Estados Unidos totalizaron 6 mil 400 millones euros en 2017.
La respuesta de los 28 países de la UE —que todavía incluye a Gran Bretaña— se hará progresivamente en tres etapas.
La primera consistirá en la inmediata presentación de una denuncia oficial ante la Organización Mundial de Comercio (OMC) contra esas tasas que Bruselas considera “injustificadas e injustificables”, según la definición del secretario francés de Relaciones Exteriores, Jean-Baptiste Lemoyne.
Más duro fue el ministro francés de Economía, Bruno le Maire: el comercio mundial “no es un arreglo de cuentas OK Corral”, comentó aludiendo al famoso western norteamericano. Toda denuncia ante la OMC, en todo caso, obliga a abrir un periodo obligatorio de consulta entre la UE y Estados Unidos que dura —en promedio— dos meses. Si al cabo de ese tiempo no se llega a ninguna solución de compromiso, es preciso crear un panel de consulta para arbitrar el diferendo. Esa instancia puede prolongarse entre tres y seis meses. En caso de apelación, se puede abrir otro proceso de 90 días de duración.
La segunda etapa consistirá en aplicar represalias equivalentes al perjuicio sufrido por los productores de acero y aluminio europeos. Esa batería de retorsiones consistirá en imponer aranceles a las importaciones de jeans, de bourbon, motocicletas Harley-Davidson y cigarrillos. La lista de productos previstos en esa parte de las sanciones —contenida en un documento de 10 páginas divulgada en marzo— fue transmitida a la OMC.
Las primeras medidas concretas, sin embargo, recién se aplicarán dentro de un mes, plazo necesario para que Europa pueda determinar con precisión el monto de los perjuicios sufridos. Se trata de una tarea extremadamente difícil, pues algunos exportadores europeos de aceros especiales serán exentos de la tasa de 25% si las empresas importadoras norteamericanas formulan la demanda correspondiente ante el gobierno de Trump.
El tercer capítulo de la respuesta consiste en la adopción de medidas de protección. El 26 de marzo, poco después que Trump anunció sus intenciones, la Comisión Europea inició una investigación para determinar si otros productores orientaran hacia Europa ciertos volúmenes de acero y aluminio que estaban inicialmente destinados a Estados Unidos. Ese estudio durará seis meses y, recién en ese momento, se podrán definir la aplicación de eventuales aranceles defensivos.
Las medidas anunciadas por Trump destruyeron de facto las cuatro propuestas de apertura comercial formuladas por Europa durante la cumbre entre la UE y los países de los Balcanes, realizada el 17 de mayo en Sofía.
“La iniciativa quedó sin efecto porque la condición previa era una exoneración permanente de los aranceles al acero y el aluminio —indicó el ministerio de Economía francés—, pero Trump decidió otra cosa”.
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