“Ni siquiera tiene luz, ni un foco para poder leer. Él nos dijo que no está nada bien dentro de la cárcel (...) Tampoco le han dado todas las medicinas que él requiere”, así denuncia el abogado Andrés Villegas la situación de su cliente, el exvicepresidente de Ecuador, Jorge Glas, quien el martes regresó a la cárcel de máxima seguridad La Roca, después de un día en observación en el Hospital Naval de Guayaquil.
Este miércoles su abogado pudo reunirse con el ex colaborador de Rafael Correa. Fueron unos 40 minutos, pero siempre con presencia de custodios, lo cual, cuenta su abogado a El Sol de México, pudo influir en que el político evitara hablar libremente de su situación en la cárcel.
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Jorge Glas Espinel se presentó el 17 de diciembre de 2023 en la sede de la Embajada de México en Quito para solicitar su ingreso y salvaguarda, expresando temor por su seguridad y libertad personal. Desde esa fecha permaneció en calidad de huésped en la sede diplomática. La mañana del viernes 5 de abril, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador le concedió el asilo político y horas después policías ecuatorianos asaltaron la sede diplomática para llevarse al político.
El episodio provocó la ruptura de relaciones diplomáticas entre ambos países. Mañana, México presentará una demanda contra Ecuador en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) tras el allanamiento de la embajada.
El martes, en una reunión virtual de cancilleres de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), convocada de urgencia por Honduras, la canciller mexicana Alicia Bárcena puso sobre la mesa el objetivo: la única manera de reparar el tema es que Jorge Glas reciba un salvoconducto y sea trasladado a México.
“Si Ecuador considera que (Glas) sigue teniendo causas penales, con todo gusto podemos iniciar un proceso de extradición de otra naturaleza”, expresó la canciller para convencer a sus homólogos de la región.
En paralelo al reclamo de México, el abogado Andrés Villegas adelanta que solicitaron a la Asamblea Nacional de Ecuador, conformada por 137 asambleístas, el envío de una comisión para constatar las condiciones de Jorge Glas.
El político recibió una pena de ocho años de prisión por dos condenas por cohecho y asociación ilícita, la última en el marco del caso Odebrecht, por lo que la justicia ecuatoriana buscaba regresarlo a prisión.
En llamada telefónica desde Ecuador, el abogado del político asegura que Glas tenía una cirugía reciente en la columna y durante su detención fue cargado violentamente por la espalda, además de que recibió golpes que dislocaran sus dedos.
Villegas agrega que están exigiendo a las autoridades penitenciarias de Ecuador aclarar lo ocurrido el 8 de abril, cuando Glas fue trasladado de emergencia a un hospital naval para recibir atención médica.
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Según el defensor, únicamente tienen conocimiento de que su cliente no se movía de la cama, por lo que médicos de la cárcel de máxima seguridad en Guayaquil recomendaron su traslado a un hospital militar, para luego llevarlo a uno naval.
Ahí, según narra, tras algunas horas de atención recuperó la conciencia y fue llevado de regreso a La Roca. Desconocen, dice, los detalles que provocaron su hospitalización.
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