/ sábado 9 de diciembre de 2023

Alberto Martínez Madruéñez

Ya he escrito en otras ocasiones que el SNTE surgió de un congreso de unificación magisterial, inaugurado el 24 de diciembre de 1943, es decir, hace ocho décadas. Ese día, el escritor Jaime Torres Bodet había tomado posesión de la Secretaría de Educación Pública; en larde, declaró entre otras cosas lo siguiente:

“Si hemos de hacer de la educación baluarte inexpugnable del espíritu de México, habremos por comenzar por eliminar la agitación malsana de sus recintos. Los derechos que habéis logrado son garantía que ninguna autoridad comprensiva intentará desarticular jamás. Lo que importa es que esas garantías no se conviertan ni en un escudo para la inercia, ni en una protección para el ocio, ni en un trampolín de asalto para eventuales demoledores”. El congreso fue presidido por Luis Álvarez Barret y se terminó el 30 de diciembre de 1943; ahí surgió el SNTE, siendo su primer secretario general el profesor e historiador irapuatense Luis Chávez Orozco.

El 15 de marzo de 1944, un decreto presidencial reconoció al SNTE como el único organismo representativo de todos los trabajadores de la educación. Uno de los pioneros del sindicalismo magisterial en Guanajuato fue Alberto Martínez Madruéñez, originario de Puruándiro, Michoacán. Sus padres fueron Francisco Martínez y Lucía Madruéñez. Al contraer nupcias con Ma. Mercedes Loza Alvarado, procrearon 9 hijos: Carlos, Jaime, David, Ofelia, Lucio, Mercedes, Francisco, Lucía y otro de quien no pude obtener su nombre. De éstos, Jaime y David siguieron sus pasos en la docencia. A propuesta del profesor José Uribe Hernández, en diciembre de 1943, el profesor Alberto Martínez fue nombrado delegado por Guanajuato al Congreso Nacional de Unificación Magisterial en el que se constituyó el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación. El 16 de febrero de 1944, se le concedió el registro provisional al SNTE ante el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje. El primer Comité Ejecutivo de la recién creada Sección 13 estuvo integrada así: Secretario General, Alberto Martínez Madruéñez; Secretario de Trabajo y Conflictos, Juan Martínez Salcedo; Secretario de Organización, Mauro Hernández; Secretario de Acción Social, J. Jesús Navarro; Secretario de Finanzas, Ángel Romero B. El consejo de vigilancia estuvo integrado por: Presidente, Rafael Magdaleno Chacón; vocal, Adalberto Martínez; vocal, José Hurtado Rosillo.

El profesor Alberto Martínez Madruéñez fue responsable de grupo en la Escuela Rural Álvaro Obregón de Irapuato; como director, se desempeñó en la Escuela Unitaria Las Palomas, también de esa ciudad, y como supervisor escolar de primarias, en Ciudad Manuel Doblado. En 1960, siendo entonces Secretario de la Sección 13, el profesor Genaro Rico Hernández, Alberto Martínez ocupó la Secretaría de Trabajo y Conflictos. Los inconformes de un reparto de tierras en Pénjamo lo balearon y abandonaron, creyéndolo muerto, por lo tanto, tuvo la oportunidad de ser atendido por varios amigos; sin embargo, por las heridas causadas en un ojo, su salud se fue poco a poco minando, hasta que el 24 de septiembre de 1968, rodeado de algunos de sus hijos, jugando dominó, recibió la muerte en la ciudad de Guanajuato capital.

Escritor y docente

ezequielsotomar@outlook.com

Ya he escrito en otras ocasiones que el SNTE surgió de un congreso de unificación magisterial, inaugurado el 24 de diciembre de 1943, es decir, hace ocho décadas. Ese día, el escritor Jaime Torres Bodet había tomado posesión de la Secretaría de Educación Pública; en larde, declaró entre otras cosas lo siguiente:

“Si hemos de hacer de la educación baluarte inexpugnable del espíritu de México, habremos por comenzar por eliminar la agitación malsana de sus recintos. Los derechos que habéis logrado son garantía que ninguna autoridad comprensiva intentará desarticular jamás. Lo que importa es que esas garantías no se conviertan ni en un escudo para la inercia, ni en una protección para el ocio, ni en un trampolín de asalto para eventuales demoledores”. El congreso fue presidido por Luis Álvarez Barret y se terminó el 30 de diciembre de 1943; ahí surgió el SNTE, siendo su primer secretario general el profesor e historiador irapuatense Luis Chávez Orozco.

El 15 de marzo de 1944, un decreto presidencial reconoció al SNTE como el único organismo representativo de todos los trabajadores de la educación. Uno de los pioneros del sindicalismo magisterial en Guanajuato fue Alberto Martínez Madruéñez, originario de Puruándiro, Michoacán. Sus padres fueron Francisco Martínez y Lucía Madruéñez. Al contraer nupcias con Ma. Mercedes Loza Alvarado, procrearon 9 hijos: Carlos, Jaime, David, Ofelia, Lucio, Mercedes, Francisco, Lucía y otro de quien no pude obtener su nombre. De éstos, Jaime y David siguieron sus pasos en la docencia. A propuesta del profesor José Uribe Hernández, en diciembre de 1943, el profesor Alberto Martínez fue nombrado delegado por Guanajuato al Congreso Nacional de Unificación Magisterial en el que se constituyó el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación. El 16 de febrero de 1944, se le concedió el registro provisional al SNTE ante el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje. El primer Comité Ejecutivo de la recién creada Sección 13 estuvo integrada así: Secretario General, Alberto Martínez Madruéñez; Secretario de Trabajo y Conflictos, Juan Martínez Salcedo; Secretario de Organización, Mauro Hernández; Secretario de Acción Social, J. Jesús Navarro; Secretario de Finanzas, Ángel Romero B. El consejo de vigilancia estuvo integrado por: Presidente, Rafael Magdaleno Chacón; vocal, Adalberto Martínez; vocal, José Hurtado Rosillo.

El profesor Alberto Martínez Madruéñez fue responsable de grupo en la Escuela Rural Álvaro Obregón de Irapuato; como director, se desempeñó en la Escuela Unitaria Las Palomas, también de esa ciudad, y como supervisor escolar de primarias, en Ciudad Manuel Doblado. En 1960, siendo entonces Secretario de la Sección 13, el profesor Genaro Rico Hernández, Alberto Martínez ocupó la Secretaría de Trabajo y Conflictos. Los inconformes de un reparto de tierras en Pénjamo lo balearon y abandonaron, creyéndolo muerto, por lo tanto, tuvo la oportunidad de ser atendido por varios amigos; sin embargo, por las heridas causadas en un ojo, su salud se fue poco a poco minando, hasta que el 24 de septiembre de 1968, rodeado de algunos de sus hijos, jugando dominó, recibió la muerte en la ciudad de Guanajuato capital.

Escritor y docente

ezequielsotomar@outlook.com