Profesor J. Jesús López Arredondo

En la casa de la señora Elena Barragán Mendoza, viuda de Carrillo, llamada por el pueblo “La Generala”, conocí al profesor López Arredondo. Yo era un joven egresado de la Escuela Normal Oficial de Irapuato, invitado a una reunión, en la que el profesor López Arredondo pronunció un discurso improvisado sobre educación y sindicalismo con su elocuencia acostumbrada, dejando convencidos de sus ideas a todos los presentes; era, sin duda un orador nato.

Nacido el 11 de octubre de 1921 en Silao, ciudad de las limas, sus padres fueron Francisco López López y Ma. Luisa Arredondo Orduña, ambos originarios de Salamanca, Guanajuato. Inició sus labores docentes en el sistema educativo estatal, trabajando en los siguientes lugares: Nuevo Valle de Moreno, Comonfort y Pénjamo.

En año de 1944 ingresó a la SEP como maestro rural en la comunidad Cuevas, perteneciente a Guanajuato capital, zona escolar número 1. Se inscribió en el Instituto Federal de Capacitación del Magisterio y en 1947 se cambió a la zona escolar 3, escuela Ricardo Flores Magón, colonia Nuevo México. Al año siguiente se realizó un concurso de maestros rurales, ocupando el primer lugar en la zona, entregándole una medalla en la fábrica La Reforma, en Salvatierra, Guanajuato, motivo por el cual se le asignó la escuela número 2 en Vela de Ramales, de donde pasa a la primaria urbana Francisco I. Madero en Romita, misma que era la única urbana que existía en la zona escolar. De Romita, pasa a la escuela de los Rodríguez, luego al Coecillo. Contando con la valiosa ayuda, del profesor José Rivera Figueroa, secretario general de la sección 13 y del presidente municipal, doctor Camarena, logra la autorización de la SEP para fundar la primera escuela urbana federal en Silao, Guanajuato a la cual se le pone el nombre de Ignacio Ramírez López. Consigue, además, que le sean cedidos los terrenos donde estaban el correo y telégrafos, para la construcción del plantel. Es nombrado maestro de grupo de la escuela primaria urbana federal Ausencio Alvarado, de Valle de Santiago. Le otorgan plaza de director de la escuela primaria Nicolás Bravo, de Apaseo el Alto. Regresa a Valle de Santiago como director de la escuela Ausencio Alvarado, logrando la autorización para la reconstrucción del edificio. Poco después, resultó electo secretario de finanzas en el Comité de la Sección 13, encabezado por el profesor Ricardo Cabrera Lamadrid; al terminar su gestión, es nombrado jefe del Departamento Técnico de la Dirección de Educación en el estado. Recibe nombramiento como inspector de la zona escolar de San Felipe, Guanajuato, después Director General de Alfabetización en nuestro estado. Inspector de la zona escolar 31 de Irapuato. En 1951, termina la carrera de maestro como integrante de la primera generación del Instituto Federal de Capacitación del Magisterio. Fue secretario general de sección 13, inspector de la zona escolar tercera en Silao, además, recibió la medalla de primer lugar como inspector en el estado de Guanajuato. También fue regidor en Valle de Santiago y Silao. Después de una brillante trayectoria se jubiló en 1987.

Docente y escritor

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