/ miércoles 15 de mayo de 2024

¡Que siempre sí podrá votar Don Feliciano el 2 de junio desde el extranjero!

Hace unas semanas les conté la historia de Don Feliciano, uno de los 40 mil mexicanos que radicanen el extranjero que recibieron un correo del Instituto Nacional Electoral (INE) en el que lesinformaban que no podrían votar en las elecciones del 2 de junio. Cuando recibió esa notificación, Don Feliciano se molestó mucho, ya que esta sería la primera vez que votaría en su vida. Noobstante, ante el reclamo tan airado de estos 40 mil mexicanos que viven, sobre todo en Estados Unidos como Don Feliciano, el INE estableció un mecanismo para que nuestros connacionalespudieran solventar las inconsistencias detectadas y tuvieran, después de todo, la oportunidad de votar.

Afortunadamente, Don Feliciano fue uno de ellos. “Quiero votar para ayudar a corregir elrumbo de México y para que mis hijos tengan mejores oportunidades y no dejen su casa, como yo lohice hace muchos años”, me dijo Don Feliciano en un mensaje de WhatsApp mientras yo salía de unaentrevista con el periodista Jorge Ramos en la que, precisamente, hablé de la importancia del votoen el extranjero.Así sean 40 mil o 200 mil los votos de mexicanos que radican en el extranjero, lo importante es quecada uno de ellos sea tomado en cuenta en la reconstrucción de nuestro país (para nadie es unsecreto que la mayoría de los mexicanos que han abandonan su tierra es porque no están contentoscon lo que ocurre en la trasformación que les prometieron). Pero, ¿por qué es tan importante el votode los mexicanos en el extranjero como Don Feliciano? Porque su derecho a votar es el resultado deuna lucha que inició muchos años atrás y que hoy puede ser definitorio para la vida política denuestra nación.

Recuerdo cuando el entonces presidente Vicente Fox Quesada me encomendó dirigirla Oficina Presidencial de Relaciones con Mexicanos en el Exterior, y empujamos en el Congreso dela Unión para impulsar el voto en el extranjero (el cual se logró a partir de las elecciones federalesdel 2006, en las que, por cierto, Felipe Calderón ganó por poco más de 200 mil votos, la cantidadde sufragios que el INE calcula llegarán en este 2024 del extranjero).Ya les he comentado en artículos anteriores que nuestros connacionales, además de ser partefundamental del “poder latino” que mueve a la economía de Estados Unidos, su trascendenciapuede capitalizarse de manera estratégica por el bien de México.

Hoy, estos 40 millones demexicanos que conforman el bien llamado “Estado 33”, deben ser integrados a una nueva visión depaís y de políticas públicas. En este sentido, las candidatas a la presidencia Claudia Sheinbaum yXóchitl Gálvez Ruiz, así como el candidato a la presidencia Jorge Álvarez Máynez, les deben a losmigrantes un lugar de honor en sus respectivos planes de gobierno. De no hacerlo, perderían estegran capital que representan nuestros connacionales para construir la gran nación transnacional, lacual, coinciden especialistas, ayudaría a generar las condiciones para que todos los mexicanosejerzan sus derechos y, a la vez, disfruten de los mayores niveles de seguridad, bienestar ydesarrollo sin importar dónde se encuentren.

De entrada, es de aplaudir que Xóchitl haya firmadoun documento en Michoacán en el que se compromete a una inclusión de todos los mexicanos, sinimportar su lugar de residencia, para concretar la gran nacional transnacional.Por lo pronto, Don Feliciano vuele a leer la resolución que le llegó del INE en la que le dicen, enotras palabras, que siempre sí podrá votar. Se le nota contento, sobre todo porque tuvo una videollamada con sus hijos para darles la buena noticia. “Este año estaremos mejor, lo sé…”, les dijo conmucho entusiasmo. Ahora, Don Feliciano no sólo podrá votar por primera vez, también será parte dela elección más importante de los últimos tiempos, en la que se definirá el nuevo rumbo de México.

Faltan poco más de quince días para que los mexicanos en el extranjero se hagan sentir tan fuerteque los escuchemos en las urnas el próximo 2 de junio y juntos cantemos, porqué no, ¡México, lindo yquerido!

Juan Hernández Analista de temas de migración

  • Facebook: @Juan Hernandez
  • Twitter: @JuanHernandezS
  • Instagram: dr.juanhernandez

Hace unas semanas les conté la historia de Don Feliciano, uno de los 40 mil mexicanos que radicanen el extranjero que recibieron un correo del Instituto Nacional Electoral (INE) en el que lesinformaban que no podrían votar en las elecciones del 2 de junio. Cuando recibió esa notificación, Don Feliciano se molestó mucho, ya que esta sería la primera vez que votaría en su vida. Noobstante, ante el reclamo tan airado de estos 40 mil mexicanos que viven, sobre todo en Estados Unidos como Don Feliciano, el INE estableció un mecanismo para que nuestros connacionalespudieran solventar las inconsistencias detectadas y tuvieran, después de todo, la oportunidad de votar.

Afortunadamente, Don Feliciano fue uno de ellos. “Quiero votar para ayudar a corregir elrumbo de México y para que mis hijos tengan mejores oportunidades y no dejen su casa, como yo lohice hace muchos años”, me dijo Don Feliciano en un mensaje de WhatsApp mientras yo salía de unaentrevista con el periodista Jorge Ramos en la que, precisamente, hablé de la importancia del votoen el extranjero.Así sean 40 mil o 200 mil los votos de mexicanos que radican en el extranjero, lo importante es quecada uno de ellos sea tomado en cuenta en la reconstrucción de nuestro país (para nadie es unsecreto que la mayoría de los mexicanos que han abandonan su tierra es porque no están contentoscon lo que ocurre en la trasformación que les prometieron). Pero, ¿por qué es tan importante el votode los mexicanos en el extranjero como Don Feliciano? Porque su derecho a votar es el resultado deuna lucha que inició muchos años atrás y que hoy puede ser definitorio para la vida política denuestra nación.

Recuerdo cuando el entonces presidente Vicente Fox Quesada me encomendó dirigirla Oficina Presidencial de Relaciones con Mexicanos en el Exterior, y empujamos en el Congreso dela Unión para impulsar el voto en el extranjero (el cual se logró a partir de las elecciones federalesdel 2006, en las que, por cierto, Felipe Calderón ganó por poco más de 200 mil votos, la cantidadde sufragios que el INE calcula llegarán en este 2024 del extranjero).Ya les he comentado en artículos anteriores que nuestros connacionales, además de ser partefundamental del “poder latino” que mueve a la economía de Estados Unidos, su trascendenciapuede capitalizarse de manera estratégica por el bien de México.

Hoy, estos 40 millones demexicanos que conforman el bien llamado “Estado 33”, deben ser integrados a una nueva visión depaís y de políticas públicas. En este sentido, las candidatas a la presidencia Claudia Sheinbaum yXóchitl Gálvez Ruiz, así como el candidato a la presidencia Jorge Álvarez Máynez, les deben a losmigrantes un lugar de honor en sus respectivos planes de gobierno. De no hacerlo, perderían estegran capital que representan nuestros connacionales para construir la gran nación transnacional, lacual, coinciden especialistas, ayudaría a generar las condiciones para que todos los mexicanosejerzan sus derechos y, a la vez, disfruten de los mayores niveles de seguridad, bienestar ydesarrollo sin importar dónde se encuentren.

De entrada, es de aplaudir que Xóchitl haya firmadoun documento en Michoacán en el que se compromete a una inclusión de todos los mexicanos, sinimportar su lugar de residencia, para concretar la gran nacional transnacional.Por lo pronto, Don Feliciano vuele a leer la resolución que le llegó del INE en la que le dicen, enotras palabras, que siempre sí podrá votar. Se le nota contento, sobre todo porque tuvo una videollamada con sus hijos para darles la buena noticia. “Este año estaremos mejor, lo sé…”, les dijo conmucho entusiasmo. Ahora, Don Feliciano no sólo podrá votar por primera vez, también será parte dela elección más importante de los últimos tiempos, en la que se definirá el nuevo rumbo de México.

Faltan poco más de quince días para que los mexicanos en el extranjero se hagan sentir tan fuerteque los escuchemos en las urnas el próximo 2 de junio y juntos cantemos, porqué no, ¡México, lindo yquerido!

Juan Hernández Analista de temas de migración

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