/ jueves 27 de mayo de 2021

UG TU CONECTE CON LA CIENCIA

Musicoterapia

Josep Jofré I Fradera

Departamento de Música

Campus Guanajuato



Más allá de que la música sea un elemento primordial en el desarrollo social del ser humano y una forma de expresión artística, se ha descubierto que el simple hecho de escucharla influye directamente sobre los procesos de aprendizaje en otras áreas del cerebro. Además de ser divertida, la música “mejora el desarrollo cerebral y, aún más, mejora las habilidades [...] como la lectura y las matemáticas” (Weinberger, 1998). Así mismo, los distintos elementos que componen la música (sonido, armonía, melodía, ritmo y crecimiento formal), su estructura, contenido emocional, poder de comunicación no-verbal, y sus estrechas vinculaciones con el lenguaje pre-verbal, hacen de ella un poderoso catalizador de los vínculos y de la comunicación intra e interpersonal.

Además, las numerosas investigaciones dirigidas a plasmar y medir la influencia de la música en el ser humano han arrojado una serie de resultados que muestran que la interacción activa de éste con la música conlleva una serie de beneficios en diferentes factores: atencional, emocional, cognitivo, motor-conductual y de la comunicación. Stefan Koelesh (2009) determina que los dominios donde la música obtiene más resultados son la emoción, la percepción-acción y la activación de redes neuronales. En cuanto a la emoción, Campayo y Cabedo (2016) destacan que es posible establecer una relación directa entre la música y las emociones en varios aspectos: Expresión, reconocimiento y regulación emocional; autoestima, automotivación y empatía.

Por lo tanto, la música se erige como una herramienta para la intervención lúdica, educativa y terapéutica, que abre canales de expresión y comunicación, previene trastornos, estimula la creatividad y se centra en las emociones saludables para normalizar la situación conflictiva y estimular el aprendizaje. Y su uso para tales efectos queda enmarcado en el ámbito de la musicoterapia, que es una disciplina perteneciente a las ciencias de la salud.

En suma, y de acuerdo con la World Federation of Music Therapy, la Musicoterapia es el uso de la música y de sus elementos como medio de intervención en entornos médicos, educacionales y de vida diaria con individuos, grupos, familias o comunidades que buscan optimizar su calidad de vida, mejorar su salud y bienestar físico, social, comunicativo, emocional, intelectual y espiritual. La investigación, la práctica, la educación y el entrenamiento clínico en musicoterapia están basados en estándares profesionales de acuerdo con el contexto cultural, social, y político (WFMT, 2011).

Los objetivos fundamentales de la musicoterapia son la prevención, promoción, asistencia y rehabilitación de la salud, y se llevan a cabo a través de la experimentación de la escucha musical, del ritmo, del movimiento, del canto y la improvisación vocal e instrumental.

El trabajo se basa en la vivencia musical, de forma que a través de la expresión espontánea de la música se integran y equilibran los diferentes aspectos de la persona y se mejora la relación con nosotros mismos y con el entorno, así como se rehabilitan numerosos. También se interviene con técnicas de musicoterapia para tratar a pacientes con trastornos neurológicos que presentan disfunciones cognitivas, motoras, y/o del lenguaje.

Cualquier comentario sobre este artículo, favor de dirigirlo a eugreka@ugto.mx. Para consulta de más artículos www.ugto.mx/eugreka

Musicoterapia

Josep Jofré I Fradera

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Campus Guanajuato



Más allá de que la música sea un elemento primordial en el desarrollo social del ser humano y una forma de expresión artística, se ha descubierto que el simple hecho de escucharla influye directamente sobre los procesos de aprendizaje en otras áreas del cerebro. Además de ser divertida, la música “mejora el desarrollo cerebral y, aún más, mejora las habilidades [...] como la lectura y las matemáticas” (Weinberger, 1998). Así mismo, los distintos elementos que componen la música (sonido, armonía, melodía, ritmo y crecimiento formal), su estructura, contenido emocional, poder de comunicación no-verbal, y sus estrechas vinculaciones con el lenguaje pre-verbal, hacen de ella un poderoso catalizador de los vínculos y de la comunicación intra e interpersonal.

Además, las numerosas investigaciones dirigidas a plasmar y medir la influencia de la música en el ser humano han arrojado una serie de resultados que muestran que la interacción activa de éste con la música conlleva una serie de beneficios en diferentes factores: atencional, emocional, cognitivo, motor-conductual y de la comunicación. Stefan Koelesh (2009) determina que los dominios donde la música obtiene más resultados son la emoción, la percepción-acción y la activación de redes neuronales. En cuanto a la emoción, Campayo y Cabedo (2016) destacan que es posible establecer una relación directa entre la música y las emociones en varios aspectos: Expresión, reconocimiento y regulación emocional; autoestima, automotivación y empatía.

Por lo tanto, la música se erige como una herramienta para la intervención lúdica, educativa y terapéutica, que abre canales de expresión y comunicación, previene trastornos, estimula la creatividad y se centra en las emociones saludables para normalizar la situación conflictiva y estimular el aprendizaje. Y su uso para tales efectos queda enmarcado en el ámbito de la musicoterapia, que es una disciplina perteneciente a las ciencias de la salud.

En suma, y de acuerdo con la World Federation of Music Therapy, la Musicoterapia es el uso de la música y de sus elementos como medio de intervención en entornos médicos, educacionales y de vida diaria con individuos, grupos, familias o comunidades que buscan optimizar su calidad de vida, mejorar su salud y bienestar físico, social, comunicativo, emocional, intelectual y espiritual. La investigación, la práctica, la educación y el entrenamiento clínico en musicoterapia están basados en estándares profesionales de acuerdo con el contexto cultural, social, y político (WFMT, 2011).

Los objetivos fundamentales de la musicoterapia son la prevención, promoción, asistencia y rehabilitación de la salud, y se llevan a cabo a través de la experimentación de la escucha musical, del ritmo, del movimiento, del canto y la improvisación vocal e instrumental.

El trabajo se basa en la vivencia musical, de forma que a través de la expresión espontánea de la música se integran y equilibran los diferentes aspectos de la persona y se mejora la relación con nosotros mismos y con el entorno, así como se rehabilitan numerosos. También se interviene con técnicas de musicoterapia para tratar a pacientes con trastornos neurológicos que presentan disfunciones cognitivas, motoras, y/o del lenguaje.

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